La idea de resucitar el Mehari llevaba tiempo rondando por las cabezas de los dirigentes de Citroën y, tras el Cactus M concept basado en el C4 Cactus, llega por fin el definitivo, el E-Mehari. Un coche con la simpatía y simplicidad del original, adaptado a los nuevos tiempos.
Como el clásico, su diseño llama la atención por sus juguetonas formas. Aunque no es un diseño 100% Citroën, ni siquiera un 50% Citroën. Basado en el bluesummer de Bolloré, que ha colaborado en su fabricación, el E-Mehari revisa sus formas haciéndolas ciertamente más atractivas y adoptando rasgos muy propios de la casa de los chevrones (como el frontal), pero no deja de ser una adaptación.
Lo cual no tiene por qué ser un problema, pues en sus 3,81 metros de largo hay espacio para 4 ocupantes en un interior con banqueta trasera plegable para pasar de 200 a 800 litros de carga, que puede dejarse a cielo descubierto retirando los dos paneles desmontables del techo y que puede lavarse de un manguerazo. Practicidad que se refleja hasta en la construcción de su carrocería, hecha de plástico termoformado para reducir peso, abaratar costes y soportar mejor pequeños golpes y arañazos.
Un coche cuya adaptación a los nuevos tiempos se refleja también en su mecánica, donde solo encontramos un motor eléctrico de 68 CV. Suficientes para el concepto del coche, igual que sus 200 km de autonomía en ciudad y sus 110 km/h de punta.
Una batería de polímero de litio de 30kWh de capacidad se encarga de alimentar el conjunto. Y para recargarla será necesario esperar 8 horas conectando el coche en una toma de 16 amperios o bien 13 horas en una corriente de 10 amperios.
En principio Citroën lo pondrá a la venta la primavera de 2016 en Francia, con la idea de ir ampliando sus fronteras paulatinamente.