Jarmo Mahonen ha puesto sobre la mesa la necesidad de que las especiales del Mundial no sean tan largas. Para el Director de Rallyes de la FIA, lo ideal es que las especiales tengan sobre los diez kilómetros y que haya más especiales por día... Pero siempre mucho más cercanas al Parque de Asistencia, que define como el ‘corazón de la prueba’.
Mahonen también tiene muy claro que el pasado “cuando los rallyes eran resistencia, ya no volverá”. Es algo que expliqué en este blog (De los grandes rallyes lineales a los Criterium, http://revistascratch.com/blog/de-los-grandes-rallyes-lineales-a-los-criterium-827).
Está claro que las ideas propuestas van en el sentido de intentar ofrecer mayor espectáculo y dar más interés a los rallyes. El Tour de Corse, con apenas 4 especiales -muy largas por día- dejaba a la afición con demasiado tiempo muerto y está claro que el Rally de Finlandia, con sus numerosas pero cortas especiales ofrecía un mayor ritmo y hacía que el público mantuviera el interés toda la jornada, incluso permitiera a los aficionados ver dos especiales diferentes cada jornada o tres en el mejor de los casos. Y desde luego abomina del Gales Rally Gran Bretaña con sus largos enlaces para ir o volver a la zona de tramos.
La verdad es que soy aficionado viejo a los rallyes. Los tramos largos, las etapas largas y lineales con muchos tramos, las especiales norcturnas y rallyes del Mundial de más de 600 km, incluso rozando los 1.000, están en mi ADN. Los rallyes actuales del Mundial, con apenas 300 km me saben a poco. Me parecen un ‘banquete’ suspendido tras el aperitivo.
Y sobre todo me gustaba que los rallyes tuvieran su historia, su sello de identidad, sus tramos fetiche, su personalidad: Tour de Corse, Costa Brava, 1000 Lagos, Acrópolis, RAC, San Remo, Montecarlo, etc.
Pero Mahonen propugna la uniformización del formato. Es cierto, es el sacrificio al dios de los ‘mass media’, de la TV, de las redes sociales -aunque estas ofrecen muchas posibilidades de libertad- parece inevitable si se quiere preservar la especialidad, hacerla atractiva para pilotos y marcas.
Volviendo al formato de los rallyes. Hay dos temas en concreto complicados para los organizadores. El primero encontrar un ‘corazón’, un parque de asistencia, accesible, bien ubicado, con todos los servicios (hoteles, restaurantes, etc) necesarios a su alrededor y no lejos de una zona donde los tramos sean tan numerosos como interesantes.
Personalmente en estas circunstancias estoy de acuerdo: más tramos por día aunque sean cortos, pero no estoy muy seguro de que esto guste a todos los organizadores. Por una simple y sencilla cuestión: disparará el presupuesto de organización.
Aparentemente suena extraño porque el número de kilómetros cronometrados no variará mucho. Pero sí varía si duplicamos el número de tramos nos encontramos que necesitaremos el doble de controles de salida, de llegada, stop y ambulancias, radio y puestos de seguridad. Las normas de la FIA exigen lo mismo para tramos de 1 a 20 km, así que si dividimos un tramo en dos tenemos el doble de personal -un poco menos porque habrá menos controles intermedios- en liza.
Las consignas de Mahonen no se verán posiblemente implementadas el próximo año. Pero seguramente el próximo RallyRACC Catalunya nos dé una pista. Los organizadores catalanes han aceptado en muchas ocasiones ser el ‘banco de pruebas’ de nuevas normas. Ya se verá… pero me temo que la FIA está trabajando mucho para intentar relanzar una especialidad que lleva un tiempo buscando una personalidad adecuada al Siglo XXI.