Xevi Pons y Oriol Juliá serán la dupla que realice las funciones de ouvrier para Dani Sordo y Carlos del Barrio en el Tour de Córcega, primera prueba de asfalto del Campeonato Mundial de Rallyes. Los dos catalanes estarán inspeccionando los tramos de la prueba francesa junto con el resto de ouvriers de los pilotos oficiales del WRC.
La tarea de los ouvriers es de suma importancia ya que así se conoce el estado de los tramos antes de salir a competir al máximo nivel – ya que entre los reconocimientos y el día en que se dispute el tramo las condiciones cambien o haya curvas con mayor o menor suciedad, entre un largo caso de posibles ejemplos. Los ouvriers se ponen después en contacto con sus respectivos pilotos y copilotos para informarles de posibles cambios en el tramo y, por tanto, en las notas.
Pons ya fue ouvrier del piloto cántabro en el RallyRACC de 2018, siendo un piloto con mucha experiencia que llegó a ser parte de la estructura Citroën en 2006 (el año que figuraron como equipo semioficial junto a Kronos Racing, cuando Sébastien Loeb logró el último título con el Citroën Xsara WRC) y de Ford en 2007. Asimismo, Juliá es un hombre que ha estado varias décadas ligados a los rallyes y al mundial, compitiendo junto a Oriol Gómez en la década de los noventa con el SEAT Ibiza Kit Car, coche que le dio a la marca el título en la categoría F2 en 1996, 1997 y 1998.
Los pilotos de marcas oficiales, para designar a sus respectivos ouvreurs, suelen escoger personas con las que estén acostumbrados a trabajar, de modo que (entre otras cosas) conozcan los sistemas de notas determinados de cada piloto. En muchos de estos casos son también ex pilotos mundialistas, como es el caso de Simon Jean-Joseph, Piero Liatti o Gwyndaf Evans, ex piloto de SEAT Sport que asiste a su hijo Elfyn junto a Phil Mills, ex copiloto de Petter Solberg.