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Los pilotos franceses han tenido una mañana dura en el inicio del Rallye de Alemania, novena prueba de la temporada del Campeonato Mundial de Rallyes. Hasta cinco pilotos franceses se han visto obligados a abandonar durante la primera etapa, la mayoría de ellos por accidentes entre los viñedos.
Los dos primeros en caer eran Julien Maurin y Quentin Giordano, ambos dentro de la categoría WRC2: el primero dejaba su Skoda Fabia R5 en una zanja mientras que el segundo destrozaba su Peugeot 208 T16 R5, arrancando la rueda trasera derecha. No obstante, uno de los abandonos estelares de la jornada fue el de Eric Camilli, quien tras un recto acabó volcando y llevándose por delante algunos viñedos con su Ford Fiesta RS WRC.
Más penurias les esperaban a los franceses cuando Quentin Gilbert, con el Citroën DS3 R5 Evo, se quedaba parado en el TC-2 en un día en el que era posible luchar por las primeras posiciones teniendo en cuenta las bajas y pinchazos. El quinto damnificado del país vecino fue Jordan Berfa, quien no acababa el mismo tramo con el Peugeot 208 R2 oficial de Peugeot Sport en una de las tres pruebas de las que consta su programa como ganador de la 208 Rally Cup francesa el año pasado.
Ahora bien, Sébastien Ogier pudo disfrutar de una buena jornada que acabó en segunda posición, adelantando a Thierry Neuville en la súper especial de Ollmuth para quedarse a apenas 4,3 segundos del liderato de la prueba. Terry Folb también pudo aguantar el ritmo de los líderes en la categoría Junior manteniéndose tercero, mientras que Pierre-Louis Loubet era quinto en WRC2.