Una decisión que atenta contra la esencia de los rallyes

Una de las esencias de los rallyes como prueba deportiva es que conviven con el tráfico abierto en parte de su recorrido y que forma parte intrínseca de la competición . La parte en la que los equipos participantes conviven con el resto de los mortales está regulada y acotada en recorrido, forma y tiempo, de otra manera sería una especie de “cannonball “ el enlace entre tramo y tramo. Todos esos datos vienen dados en conjunto por dos documentos de vital importancia y de obligado cumplimiento que son el roadbook, por dónde, y el carnet de ruta, el cuándo, y ambos documentos son esenciales y diferenciadores de lo que significa una disciplina como los rallyes. El esperpéntico suceso ocurrido en el Rallye de Cerdeña el pasado domingo ataca a uno de los pilares de los rallyes, y si no se cuidan esos detalles, mal camino se ha iniciado.

Durante la última etapa del Rally de Italia, tras un control stop, el copiloto de S. Ogier, J. Ingrassia, se dejó olvidado el carnet de ruta en el puesto de control. Un equipo sin carnet de ruta está automáticamente excluido si no es capaz de presentarlo en el siguiente control. En un Mundial en el que ahora es “Todo en Directo” el detalle no escapa a las cámaras y en ese momento, y gracias a la “colaboración “ del comisario encargado de su custodia, todo el mundo sabe que Ogier no tiene carnet de ruta y está en riesgo de ser descalificado. Siguiendo con el “Todo en Directo” , M. Jarveoja, el copi de O. Tanak , le pide el documento al comisario y se lo lleva a Ingrassia, que está parado unos kilómetros más adelante una vez que se ha dado cuenta del error. Palmadita en la espalda, entrega del carnet de ruta y “to arreglao “. Diez minutos esperpénticos en el Mundial de Rallyes que se rematan con una sanción económica al equipo y una retirada de los puntos obtenidos en la prueba en diferido, si comete otra irregularidad en las próximas pruebas. ¿Es posible una mayor concurrencia de despropósitos en menos tiempo?

Todos son actores fundamentales en esta chapuza en contra no sólo del reglamento sino de las bases de los rallyes. Uno de los papeles más importantes es el del comisario, la autoridad en ese momento, los ojos del director de carrera, un juez en el que todos los participantes confían para que el reglamento se cumpla. En estos tiempos de selfies y de minutos de gloria, dicho comisario lo tuvo, y de los buenos, pero siempre en contra del deporte que debería defender. La actitud de mostrar un documento personal, porque en ese momento es personal del equipo, al cámara de turno infringe todos los códigos de buena conducta de un comisario. Puede ser noticia, si, pero usted señor comisario no es la noticia. No contento con eso entrega ese documento intransferible a uno que pasaba por allí con un mono de competición y que le dice que se lo acerca a su amigo, confío por lo menos en que le hubiera reconocido como competidor en la prueba, pero igual si pasa por allí el payaso del anuncio de detergentes, se lo entregase también. El papel del comisario es para hacérselo mirar, luego hay quejas sobre la autoridad o no de los comisarios en los rallyes, flaco favor por un minuto de gloria y por el desconocimiento de lo que, nunca mejor dicho, tenia en las manos.

A final de temporada podría que M. Jarveoja sea despedido fulminantemente de Toyota por este error. No parece muy probable que Tanak vaya a mezclarse en la lucha por el título, pero todo cambia muy rápido y a final de año podrían echar de menos los puntos de Ogier para cumplir los objetivos en el WRC de una marca como Toyota, que invierte una ingente cantidad de dinero en este deporte. Me parece genial que todos sean muy amigos, que se hagan favores, se inviten a un café y se echen unas risas juntos, pero tratar de solucionar un problema deportivo, que no implica riesgo personal para nadie, de un rival, no es demasiada buena política para quien te paga. No se puede dudar de su buena intención, no se puede dudar de su limpieza en el deporte, pero de lo que sí hay que empezar a dudar es de lo irreflexivo de su conducta. Incluso se arriesgaban a que les excluyeran a ellos mismos por dar ayuda externa de cualquier tipo a una tripulación participante. Puede que su equipo no le dé la más mínima importancia, pero ¿Qué importancia puede tener para Hyundai ese gesto inocente a final de temporada? Todo. ¿Es mejor deportista el que ayuda a uno o el que perjudica a otro?

El último capítulo es la sanción. Tarde, mal y erráticamente están llevando los comisarios de cada prueba la aplicación de las sanciones y reglamentos. Desde que en Suecia el propio Ogier sorprendiese con su táctica en la Power Stage, los comisarios van siempre a remolque y trastabillándose en cada decisión, y este es otro ejemplo. Sanción económica por…. lo que debería haber sido una exclusión, es cierto que siempre que tuvieron que presentar el carnet de ruta estaba en su posesión, es cierto que aunque lo recuperaron de manera ilegal, este no tenía modificación alguna, hubiera sido el colmo, y que no modificaba en ningún caso las prestaciones del vehículo… Traducción, si me lo cargo se arma la mundial. Aún así voy a dejar en suspensión la sanción por si te vuelves a portar mal. Nos estamos acercando a un límite en el “todo vale” peligrosamente inducido por los propios comisarios y por el encargado de todo esto. ¿Había algún dato que no hubiera sido público que no acarrease la exclusión? No, ninguno. Entonces, ¿por qué el perdón?

Hay ciertos momentos en los que hay que tomarse un respiro y replantearse las bases, si se trasmite desde la más alta esfera que una de las características que diferencia a nuestra especialidad de cualquier otra es prácticamente irrelevante, es que hay prioridades que no están claras. El mensaje que se está mandando a todos los que practican esta especialidad en todo el mundo es erróneo, los comisarios no son la autoridad, incumplir el reglamento sale casi gratis, nadie es responsable de los actos que hace de buena fe… ¿qué será lo siguiente? Yo ya estoy temblando.