"México es uno de los eventos especiales en el calendario donde enfrentamos condiciones realmente extremas. El clima siempre es cálido, y la gran altura significa que sentimos falta de oxígeno. Tiene un efecto en los conductores, pero también en el automóviles con 20 por ciento menos de energía que los eventos de grava más tradicionales", explicó.
"Es una lástima que el clima invernal nos haya impedido realizar pruebas, pero así son las cosas a veces, y tendremos que hacer un buen uso del Shakedown para acostumbrarnos a la sensación de conducir aquí en México", añadió.
"Es difícil estimar nuestras posibilidades la próxima semana. Gané la clase WRC2 hace unos años, pero este año será completamente diferente y espero que la competencia sea realmente dura. Trataré de concentrarme en mi propio manejo y luego veremos dónde estamos", sentenció.