Suecia, el martirio de la nueva aerodinámica

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Después del éxito que acabó siendo el Rallye de Monte-Carlo, el Campeonato Mundial de Rallyes enfila su segunda prueba del año: el Rallye de Suecia. Una de las estampas presentes en el certamen desde su inicio como tal en 1973, es además el único rallye del calendario que se disputa en su mayor parte sobre nieve o hielo, aunque bajo ella aparecen senderos de tierra.
 

En 2016 las altas temperaturas del invierno obligaron a cancelar algunos tramos por motivos de seguridad – hubieran destrozado los clavos de los neumáticos con la pérdida de agarre correspondiente. Para evitar este problema, y puesto que en la sede de Karlstad las temperaturas vuelven a ser altas, los tramos de este año se centran en torno a la localidad de Torsby.
 
Para ganar tiempo en los virajes de este tramo, los pilotos a menudo se apoyan en los bancos de nieve que se amontonan en ambos lados de la carretera. Ahora bien, los elementos aerodinámicos de los nuevos World Rally Car podrían desprenderse con facilidad con esta práctica - por ello, y debido a que la normativa no permite refuerzos, para esta prueba Toyota, Hyundai, Citroën y M-Sport tendrán repuestos extra para la carrocería.
 

Los pilotos empiezan a tener una idea más clara de donde se sitúa cada coche, aunque de momento parece estar igualado entre las cuatro monturas. Sébastien Ogier será el encargado de abrir pista, algo que le puede perjudicar si nieva y beneficiar si no nieva (ya que el hielo irá cediendo y los de atrás se encontrarán la gravilla que hay debajo), estando seguido de Jari-Matti Latvala y el segundo piloto de M-Sport Ott Tänak. Aunque no es su rallye predilecto, Dani Sordo también va a estar metido en la lucha junto con sus compañeros de equipo Thierry Neuville y Hayden Paddon con unos Hyundai i20 Coupé WRC que ya demostraron ser rápidos en Monte-Carlo.
 

La gran incógnita por ahora es de lo que será capaz el Citroën C3 WRC en manos de Kris Meeke y Craig Breen. Aunque en los test de desarrollo el coche se mostró rápido, en Monte-Carlo era bastante inestable debido a las condiciones inusuales de las carreteras alpinas. Por otro lado, ambos han tenido incidentes durante los test, con Breen dañando la zaga del C3 WRC y Meeke volcando al día siguiente al tropezar con una zanja.
 

Es un rallye también de muchos retornos, pues Mads Ostberg vuelve a la actividad con el primer World Rally Car privado de tercera generación, un Fiesta WRC construido hace apenas unos días. Lorenzo Bertelli y Valeriy Gorban estarán presentes dentro del WRC Trophy mientras que Henning Solberg sorprende en esta ocasión, pues al final compite con un Skoda Fabia R5 (aunque no está inscrito en la categoría WRC2).
 

Quienes sí están en WRC2 son Pontus Tidemand (único piloto oficial de Skoda en esta ocasión), Teemu Suninen y Eric Camilli en representación de M-Sport (será su primer enfrentamiento directo de la temporada), así como el subcampeón europeo de rallyes Alexey Lukyanuk. Otros pilotos inscritos son Pierre-Louis Loubet, Ole-Christian Veiby, Anders Grondal, Eyvind Brynildsen, Jaroslaw Koltun, Emil Bergkvist, Radik Shaymiev, Gus Greensmith y los protegidos de TMG Takamoto Katsuta y Hiroki Arai.
 

En un principio, estaba previsto que entre los pilotos no prioritarios volviera a aparecer Pepe López con el Peugeot 208 T16 R5 de Calm Competició, pero el Grupo PSA no le ha mandado un motor nuevo al equipo a tiempo tras sus problemas mecánicos en Monte-Carlo. El madrileño ha decidido, como respuesta, centrarse en el Rallye Serras de Fafe.
 

El itinerario consta de dieciocho tramos, empezando por una súper especial en Karlstad como otros años – aquí fue donde Tidemand fue capaz de liderar la prueba con un Fiesta R5, hecho que le hizo destacar y poco después convertirse en piloto de Skoda. Los tramos se centrarán en torno a Torsby, teniendo el sábado dos pasadas sobre Vargasen y el famoso Colin’s Crest, con vuelos superiores a los cincuenta metros de longitud.