Dani Sordo ha terminado la segunda etapa del Rallye de Gales en décima posición, soportando unas condiciones mucho más complicadas que las que se habían visto en la primera jornada. Además ha sido una de las etapas más largas de todo el año, con un bucle con siete tramos cronometrados que se afrontaban de manera consecutiva antes de poder pisar el service.
De manera similar a la primera etapa, Sordo estuvo teniendo problemas de agarre y subviraje en su Hyundai i20 Coupé WRC, siendo rebasado durante el bucle de la mañana por su compañero de equipo Hayden Paddon. De cara a la tarde tenía la misión de proteger su posición contra Juho Hänninen, pero el piloto de Toyota se estrelló contra los árboles en el tramo espectáculo de Cholmondeley Castle.
Los tramos nocturnos no le hicieron ningún favor a Sordo, pues se encontró con lluvia, visión casi nula y niebla, unas condiciones atroces que caracterizan a este rallye. Sordo cedió más de un minuto con respecto a la cabeza y la novena posición a favor de Esapekka Lappi en el segundo Toyota – su compañero de equipo, Jari-Matti Latvala, aprovechaba la noche para meterse en la pelea por el podio.
Al final de la etapa Sordo terminaba décimo con las miras puestas en la tercera y última etapa, la que será su última en el WRC esta temporada ya que no competirá en el Rallye de Australia. Con el regreso de la luz del día, cabe la posibilidad de que remonte alguna posición.