Apenas sin descanso tras el Rally de Australia, última carrera del campeonato del mundo de rallyes 2016, el actual campeón del mundo se ha puesto a trabajar de cara a la próxima temporada, en la que hasta el momento todavía no ha decidido en que equipo pilotar, pese a que actualmente tiene varias ofertas sobre la mesa. Así pues, Ogier tuvo la oportunidad de probar el Yaris en el día de hoy.
En un pequeño test realizado en Cataluña, más concretamente en la zona de Tarragona, el ex-piloto de Volkswagen ha tenido la oportunidad de completar varios kilómetros de pruebas tanto en un tramo de asfalto como en otro de tierra. La logística del equipo dirigido por Makinen se desplazó durante la mañana a Poblet, donde rodaron en asfalto, mientras que por la tarde se movían a Bellprat, lugar en el que rodaban sobre tierra.
Sus sensaciones nada más bajarse del coche no fueron del todo buenas, ya que confesaba que al coche todavía le faltaba un duro trabajo de suspensiones, aunque también ha aprovechado para asegurar que el potencial del vehículo creado por Toyota Gazoo Racing es bueno. Según ha podido saber este medio, la marca Toyota habría puesto sobre la mesa una buena oferta que rondaría los diez millones de euros.
En esta misma semana, se espera que el hombre a batir dentro del WRC pruebe también el Ford Fiesta RS WRC del 2017 de la mano del equipo MSport. El conjunto británico ha sido el más sonado durante estas semanas, aunque todo parece indicar que Ogier no tomará una decisión hasta haber probado todos los vehículos, sin descartar tampoco que pueda incluso subirse al Citroën C3 WRC.