Sébastien Ogier consiguió su sexto título mundial de rallyes el pasado domingo 18 de noviembre en el Rallye de Australia, el segundo que logra con M-Sport y además el sexto consecutivo. El francés se despide del equipo de Malcolm Wilson de la mejor manera posible, volviendo a Citroën Racing para 2019 y 2020 de la mejor manera posible junto a su copiloto Julien Ingrassia.
Ogier ha tenido una gran rivalidad este año en la forma de Thierry Neuville y Ott Tänak, decidiéndose toda la temporada en el último rallye del año – algo que no ocurría desde hacía varias temporadas. Ogier llegó líder con Neuville a tan solo tres puntos y Tänak a 23, pero no se decidió hasta la última etapa en la que Ogier aseguró los puntos necesarios y sus dos rivales acabaron fuera de carrera.
“Ha sido una temporada increíble y la lucha ha estado muy reñida. No hace mucho pensábamos que sería difícil volver a conseguir el título, pero nunca nos rendimos. Lo dimos todo y hemos tenido un equipo impresionante alrededor de nosotros. Estoy orgulloso de ellos y claro que quiero agradecer a Malcolm por otro trabajo impresionante. Lo que hemos conseguidos estos dos últimos años ha sido muy especial y estoy muy orgulloso de ello”, declaró Ogier.
Para preparar el próximo año, se espera que Ogier e Ingrassia hagan sesiones de test con Citroën en las próximas semanas para adaptarse a los mandos del C3 WRC, un coche con una filosofía de diseño diferente a la del Ford Fiesta WRC que han llevado en 2017 y 2018. En 2019 y 2020 tendrán como compañeros de equipo a Esapekka Lappi y Janne Ferm, provenientes de Toyota Gazoo Racing.