Sébastien Loeb y Daniel Elena han conseguido una gesta que pocos podrían hacer: combinar en un solo mes dos de las pruebas deportivas de alto nivel más complicadas, el Dakar y el Rallye de Monte-Carlo. Los 9 veces campeones mundiales han sido capaces de hacerlo, llevándose para sus historiales un podio en el primer caso y un cuarto puesto para el segundo.
Empezando por el Dakar, su cuarta aparición en la prueba sudamericana, empezaban con un gran reto: correr con un equipo privado como PH Sport con una montura de 2017 (Peugeot 3008 DKR, sin la especificación final Maxi) frente a equipos con apoyo oficial como Toyota o X-Raid (Mini), que en total sumaban más de una decena de pilotos. Frente a ellos estaban hombres como Carlos Sainz, Nasser Al-Attiyah, Nani Roma o Stéphane Peterhansel, entre otros.
Las dificultades no pararon en el Dakar peruano, pues los problemas que dio el roadbook en algunas etapas (en particular la número 3) complicaron aún más la tarea. La dureza de las dunas del itinerario hicieron mucha mella en máquinas, pilotos y copilotos (de hecho aquí fue donde tuvieron que abandonar por lesión de Elena en 2018). No obstante, y pese a algunos problemas más en el camino, Loeb y Elena lograban terminar esta edición en tercer puesto, otro podio que se suma al segundo puesto que lograron en 2017.
Los dos decidieron no asistir al podio para volar cuanto antes a los Alpes franceses, probando por primera vez el Hyundai i20 Coupé WRC con el que correrían con un coche no PSA por primera vez en mucho tiempo. Con apenas una jornada y media de test en la que decidieron no hacer muchos cambios en los setups escogidos por sus compañeros de equipo (Thierry Neuville, Andreas Mikkelsen y Dani Sordo, que llegó a hacer test en diciembre antes de anunciarse el fichaje de Loeb), se lanzaron hacia uno de los rallyes más duros del calendario del WRC.
En este programa parcial de 6 pruebas la misión del alsaciano y del monegasco es la de ayudar al equipo con la tarea de ganar el campeonato de marcas, la ambición de Hyundai desde que llegaron al mundial de rallyes. Neuville es el piloto principal y el que irá a por el título de pilotos, por lo que Loeb también puede ser de ayuda ya que es algo que el belga pidió en reiteradas ocasiones en 2018.
En Monte-Carlo consiguieron un cuarto puesto que se vuelve muy valioso para la marca: con los 18 puntos de Neuville (por ser segundo) y los 12 de Loeb Hyundai lidera el campeonato de constructores con 5 puntos de ventaja sobre Citroën y Toyota. Mikkelsen estuvo también en el podio, pero un accidente en el primer tramo de la segunda etapa le dejó sin opciones a continuar y marcar un solo punto.
Ahora Loeb y Elena tendrán dos semanas de espera antes de volver a correr con el Hyundai i20 Coupé WRC, pues estarán en el Rallye de Suecia, un rallye en el que no han competido desde hace años y solo pelearán contra Sébastien Ogier, sino contra otro viejo rival de años atrás: el ex campeón mundial Marcus Grönholm. A nivel oficial no se conocen más rallyes, si bien se les espera en pruebas como Córcega o Portugal.