¿Qué pasó el 22 de marzo del 98'?

Fue en Portugal. Tal día como hoy, 22 de marzo, pero de 1998. Fecha que dio comienzo a la cita lusa del campeonato mundial de rallyes, la cual albergó uno de los desenlaces más ajustados de la historia.

Comenzaba Sainz partiendo el pastel, de modo literal, con la nata esbozando un 100 en referencia a sus participaciones en el campeonato del mundo. Ya de inicio era un rally especial.

Súper especial en Lousada. Abarrotada. Poco que decir tendrían aquellos 3 kilómetros, a priori, más que deleitar a los presentes. 

Así que comenzó a hablar el mítico Fafe al siguiente día. Allí sí empezó el rally. Y tras la primera etapa, se iba a dormir McRae como líder con el Subaru, mientras Sainz era tercero buscando soluciones con los reglajes de un Corolla que aún estaba verde. 

Segunda etapa y Colin abría pista. Sainz, con mejores sensaciones que en la anterior jornada, conseguía arañar algunos segundos y reducir la distancia. Pero con polémica. Se quedaba mucho polvo en suspensión y la organización no permitió aumentar el tiempo entre los horarios de salida de cada coche. Así que, con esto, quedaba todo por decidir en los 100 kilómetros cronometrados del último día.

Y aquí llegó el espectáculo. 27 segundos de diferencia al comienzo de la jornada entre McRae y Sainz. Y en el primer tramo se reduce a 21. Sólo tres especiales por delante, de doce, siete y once kilómetros, respectivamente. En la primera, 11 segundos a favor de la dupla española. Se quedaba la general con 16 segundos entre McRae y Sainz. Y dos tramos.

“Vamos a por él”, decía Luis en la meta del tramo tras aventajar a los británicos en estos 11 segundos. Y otros 6 que cayeron en el penúltimo, dejaban una diferencia de 6,8 segundos a falta del último tramo.

De locos. Ritmo de otro mundo el de Sainz y Moya en este último tramo. Riesgo, libradas y ansia de victoria en este ataque final. “Esperemos que sea suficiente”, decía Colin al completar el tramo y, por ende, el rally. Scratch para Sainz por 4,7 sobre McRae. Y gaitas para el británico en Portugal por 2,1 segundos sobre Carlos, Luis y el Corolla.

Desolados en meta por haberse quedado a tan poco de la heroica. Y acordándose del polvo de la segunda jornada. Quien sabe cuán valiosos hubiesen sido estos puntos a final del campeonato del año 98. Quizás, aquella biela que truncó un mundial que distaba 500 metros de las manos de Sainz y Moya, no se hubiese salido con la suya. 2 segundos que les daban la victoria en Portugal, 2 puntos más en el casillero, y quién sabe si un mundial. Porque se lo llevo Mäkinen por 2 puntos. 

Y todo esto, comenzó tal día como hoy. Un 22 de marzo.