Las nuevas versiones de los WRC con más caballos de potencia y una aerodinámica algo destacable han acaparado una mayor expectación, este año, en la apertura del calendario mundialista.
Los primeros coches entraban en el tramo a las 16 horas siendo aún de día y con un terreno aparentemente óptimo sin prácticamente hielo. A los WRC se les han unido los once WRC2 prioritarios, pudiendo realizar, en sus primeras pasadas, muy buenos tiempos. Un hecho que ha quedado demostrado en los resultados: los cuatro primeros pilotos conseguían el mejor crono en sus primeras pasadas, incluso Mikkelsen con el Skoda Fabia R5 se colocaban segundos entre Ogier y Tanak. Difícil lo tenían para mejorar los tiempos conforme iba pasando la jornada. El campeón llegaba a empeorar su tiempo en 15 segundos entre su primera y última pasada.
Al llegar las 18 horas comenzaban a desfilar por el tramo los pilotos no prioritarios, con un suelo mucho más mojado y helado y ya, a punto de caer la noche, era el turno de Pepe López y Borja Rozada. El equipo comenzó a rodar llegando hasta un total de cinco pasadas, donde tuvieron su primer contacto con la ruedas de clavos, que aún no habían podido probar. A medida que corrían, poco a poco, iban adaptándose al terreno para mejorar su crono hasta conseguir el mejor registro en la quinta y última pasada. Finalmente acabaron cuartos en WRC2 dentro de su grupo de no prioritarios y quinceavos en el total de la categoría.
El piloto madrileño, con esta pequeña muestra de 3,35 kms., se ha podido dar cuenta de la dureza de esta prueba que mañana se inicia con dos especiales, también nocturnas, donde Pepe se lo va a tomar con mucha cautela, consciente que serán muchos los factores nuevos a descubrir. Aperitivo a lo que serán las etapas de viernes, sábado y domingo. Asimismo, el jueves arranca el rallye con la primera especial, que se disputará a las 20:14 horas. La segunda lo hará a las 22:57 horas con un total de 46,74 kms. en su primera etapa.