Y ese premio se lo ganaba José Antonio Suárez con todo merecimiento el año pasado por las carreteras francesas y por lo tanto esta temporada tenía un programa en principio de cinco carreras en el ERC y finalmente después de unas buenas negociaciones por parte de Peugeot España y Carlos Sainz dieron sus frutos y pudo pasar a ser en el WRC dentro del apartado WRC2 y ser un total de siete pruebas.
A partir de aquí, con tres pruebas disputadas hay que empezar a hacer balance y ver como de bonito es el premio: visto lo visto con tantos problemas mecánicos y tan pocos kilómetros corridos puede dar a pensar que el premio no es lo que parecía a primera vista: han sido varias y diversas las averías que ha sufrido en Peugeot. Nos consta tras hablar con Suárez que el equipo hace todo lo posible para que esto no suceda, pero la realidad es que no ha llegado a hacer más de tres tramos seguidos sin problemas, visto lo visto es más un castigo que un regalo.
Esta claro que con las marcas todo hay que negociarlo, pero viendo como se están desenvolviendo los acontecimientos una opción para el asturiano podría ser darle el Wales Rally GB como compensación ya que el resto de pruebas ya las tiene en el 'premio' (Finlandia, Alemania, Córcega y RallyRACC).
Es muy difícil que un piloto tenga muchas oportunidades y Suárez se la ha ganado y se la merece. Todos sabemos que es uno de los pilotos más rápidos que tenemos en nuestro panorama y debe de aprovecharlas cuando se presentan. No es justo que por causas ajenas a su voluntad no lo pueda demostrar.
Tu que opinas, ¿premio o castigo?