Ott Tänak llegaba a la última etapa del Rally de Finlandia con una ventaja de 16,4 segundos sobre Esapekka Lappi. Los cuatro tramos del domingo serían muy importantes de cara al campeonato al estar presente la Power Stage en el tramo por Ruuhimäki. El piloto estonio debía mantener un ritmo alto para evitar que le recortasen distancias, pero siendo consciente de no asumir demasiados riesgos.
El estonio marcaba el mejor tiempo en el vigésimo tramo de la prueba seguido de Ogier y Latvala, pudiendo ampliar la ventaja hasta los 20 segundos. El siguiente tramo sería muy importante al producirse la primera pasada por el recorrido que sería después la Power Stage, fundamental para que los pilotos conociesen los 11,12 kilómetros del tramo. Tänak volvía a quedar por delante de Lappi y encarrilaba la victoria a falta de dos tramos.
El piloto estonio decidió no asumir riesgos en el penúltimo tramo para centrar todos los esfuerzos en la Power Stage final. Aun así, solo terminó cediendo 9 décimas con Lappi. La única posibilidad para que Tänak no consiguiese la victoria sería un error mayúsculo al ser prácticamente imposible que cediese 21 segundos en un solo tramo.
El piloto estonio también conseguiría los cinco puntos de la Power Stage al marcar el scratch, certificando su victoria en la prueba finlandesa y ampliando la ventaja con Sébastien Ogier en la clasificación del WRC.