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Martin Prokop ha revelado que estuvo a punto de conseguir un programa junto con Red Bull y Sébastien Ogier para competir con el Volkswagen Polo R WRC 2017 en el Campeonato Mundial de Rallyes. La marca alemana estaba de acuerdo y sólo un retraso financiero hizo que el plan se viniera abajo.
Además de los dos proyectos y la marca alemana, en el proyecto estaba involucrado Red Bull, patrocinador principal de Ogier – la única condición que quería el francés era saltarse Monte-Carlo para tener dos semanas más junto a su familia. Una vez empezaron los retrasos, el propio francés extendió la fecha límite hasta en dos ocasiones para tener un contrato firmado.
“Era una idea bonita: el Polo WRC en Jihlava, Sébastien Ogier en el coche gestionado por nuestro equipo. Incluso los de Volkswagen estaban encantados de que el coche no acabara en un museo. Justo antes de firmar un contrato, a Volkswagen se le prometió dinero de Catar. Todo se quedó parado. Ogier fue generoso y extendió dos veces la fecha límite”, declaró Prokop según Motorsport.com.
Nasser Al-Attiyah, junto con el gobierno de Catar – que cuenta con buena parte del accionariado del Grupo Volkswagen – también intentó rescatar el Polo, pero el intento fue pospuesto hasta 2018. No obstante, esa posibilidad parece ser ya inviable debido a que la FIA ha denegado la homologación al prototipo, por lo que no podrá competir junto con el resto de World Rally Cars de tercera generación.
El resultado es conocido: Ogier fichó por M-Sport tras un test en Gales mientras que Prokop se alió con Mads Ostberg para competir con dos unidades privadas del Ford Fiesta WRC. El coche del checo no se ha montado a tiempo para que participe en México como estaba previsto, así que su regreso al WRC tendrá lugar o bien en Portugal o bien en Cerdeña.