Twitter (@TheDDuran)
Sébastien Ogier y Jari-Matti Latvala llegaron a considerar quedarse un año al margen del Campeonato Mundial de Rallyes. No obstante, ambos han reconsiderado la opción antes de recalar uno en M-Sport y otro en Toyota Gazoo Racing, continuando en la máxima categoría con la llegada de los World Rally Cars.
Después de la despedida del equipo Volkswagen Motorsport, ambos han tenido dificultades para encontrar hueco en equipos oficiales durante los últimos meses. La posibilidad de quedarse fuera estuvo presente, pero ambos han coincidido en que regresar después hubiera sido mucho más complicado para mantener la forma – un ejemplo de ello es lo que le ocurrió a Michael Schumacher en 2010, cuando regresó a la Fórmula 1 tras tres años con su familia.
Este punto de la vida es el mismo en el que se encuentra el vigente campeón mundial, quien tuvo su hijo primogénito el pasado mes de junio. Ogier considera a su esposa Andrea y a Tim ‘su pequeño equipo’, pero al final decidió unirse a M-Sport para formar equipo con Ott Tänak (una consecuencia indirecta es que Eric Camilli ha terminado volviendo al WRC2, ocupando el hueco que tenía hasta ahora Elfyn Evans).
Latvala, por su parte, tenía un futuro incierto hasta que durante el mes de diciembre dieron fruto las negociaciones para acabar con el equipo de Tommi Mäkinen. El finés apenas ha completado doce días de test, pero aún así el Yaris WRC es el coche más rodado con más de 18.000 kilómetros, el doble que Citroën Racing y el triple que Hyundai Motorsport.