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Con la entrada de rallyes como Kenia y Japón muy bien encaminada, así como el interés de Polonia por retornar al calendario del WRC, se ha planteado una tesitura comprometida a los dirigentes del certamen. Con la presión ejercida por los diferentes equipos en cuanto a no incrementar el número de pruebas que formen el campeonato, el promotor del mismo ha confirmado ya su interés en tener que decir adiós a alguna de las pruebas europeas.
Sobre este tema ha hablando Sébastien Ogier, poco después de haber iniciado con el pie derecho su relación con Citroën. El actual hombre a batir dentro del mundial de rallyes se ha expresado muy claro, no mostrándose para nada de acuerdo con esta propuesta planteada por el máximo responsable del promotor del certamen. Ogier justifica su opinión echando una mano a la historia, ya que para él, ciertas pruebas deben ser casi intocables.
"No estoy de acuerdo con esto. Pienso que es necesario mantener los rallyes bien consolidados en el mundial, porque la mayoría de ellos tienen mucha historia. Además, muchas veces existe una gran masa de aficionados que acuden a ellos. Me agrada tener algún rallye nuevo, pero no quiero perder buenas carreras en Europa", añadía el propio 'Seb' posicionándose claramente en contra de la propuesta de Ciesla.
El astro francés también aprovechó la ocasión para proponer sus ideas, exponiendo que según su forma de ver el WRC, se deberían ir ligando unos rallyes a otros. Estos nos llevaría a poder alternar algunas carreras con otras, como por ejemplo Australia y Nueva Zelanda. Con la temporada 2019 recién inaugurada, este será uno de los debates más comentados a lo largo de todo el ejercicio, a la espera que el promotor ratifique el cuadro de fechas.