Sebastien Ogier ha finalizado en la tercera plaza del Rallye de Portugal, lo que le otorga los puntos suficientes para liderar el mundial tras el mítico rallye de tierra. Lo que debería ser una buena noticia para el francés se convertirá en un hándicap de cara a la próxima prueba, el rallye de Italia.
La prueba disputada en Cerdeña se disputa sobre tierra, lo que supone que abrir pista puede costarle caro al piloto francés. El campeón del mundo no se lo esperaba, ya que sin el accidente de Meeke en Fafe el líder del mundial sería el estonio Ott Tänak, quien supo gestionar su ritmo en la Power Stage para no sumar puntos que le llevasen al liderato del certamen.
“El abandono de Kris Meeke son malas noticias ya que tendremos que abrir pista en la próxima prueba, el rallye de Cerdeña”, comentaba el piloto oficial de Citroën en la meta del último tramo tras enterarse de que el Yaris WRC de Meeke estaba fuera de juego en Portugal.
No todo son malas noticias, ya que en un campeonato tan apretado como este todos los puntos pueden ser buenos a final de año. Los tres candidatos al título ocuparon las tres plazas del pódium a pesar de que Ogier y Neuville pagaron muy caro su posición de salida durante las primeras jornadas del rallye.
El rallye de Italia comenzará en unas semanas y supondrá un nuevo capítulo de un campeonato que promete ser aún más igualado que en 2018, donde los tres pilotos de Toyota, Ford y Hyundai llegaron a Australia con opciones de título. A pesar de las dos victorias consecutivas de Tänak el mundial sigue muy apretado, veremos qué pasa sobre a tierra de Italia, donde también estará Dani Sordo.