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Sébastien Ogier ha comenzado el Rallye de Cerdeña marcando el mejor tiempo en el primer tramo del itinerario, superando por tres décimas a Ott Tänak y Jari-Matti Latvala. Detrás han quedado Kevin Abbring y Andreas Mikkelsen, mientras que Dani Sordo ha sido el octavo más rápido con los tres i20 WRC 2016 de Hyundai Motorsport casi al mismo ritmo.
El primer tramo del rallye era la súper especial de Littiri: un antiguo circuito de motocross situado junto al pueblo del cual recibe su nombre. Los pilotos salían en parejas en orden inverso, de modo que los pilotos de monturas más pequeñas salían antes y los WRC2 y WRC (incluso los no prioritarios) salían al final.
Karl Kruuda y Julien Maurin fueron los dos primeros en WRC2, saliendo por delante el estonio (reemplazando a Sander Pärn en el equipo Dmack) quien aprovechaba las bondades del nuevo compuesto de gravilla del fabricante británico. Jan Kopecky lograba igualarle su tiempo mientras que Umberto Scandola se quedaba a un segundo y José Antonio ‘Cohete’ Suárez a 1,9, dañando la parte delantera derecha de su Peugeot 208 T16 R5 en un susto que tuvo en la horquilla. El mejor tiempo entre los WRC2 lo marcaría Teemu Suninen, seguido de Nicolás Fuchs y Esapekka Lappi.
Entre los primeros pilotos WRC Abbring marcó el mejor tiempo, encontrándose con un rezagado Valeriy Gorban en el camino: el ucraniano sufrió una rotura antes de la salida en su Mini JCW WRC e hizo dos trompos en las dos primeras curvas, aminorando hasta perder más de cuarenta segundos. Los pilotos WRC fueron pasando, siendo Tänak y Latvala los únicos que mejoraron el tiempo de Abbring por tres décimas (Mikkelsen marcó el mismo tiempo). No obstante, eso cambió cuando Ogier marcó un 2:00.4, dejando atrás a Paddon por 1,3 segundos.
Así pues, al final de la tarde el tricampeón mundial partía a los tramos del viernes con tres décimas de ventaja sobre Tänak y Latvala, con Abbring, Mikkelsen, Neuville, Paddon, Sordo, Suninen y Ostberg completando las diez primeras posiciones. En los últimos minutos el cielo comenzó a encapotarse, pero la lluvia no dio problemas a la élite de la caravana.