El vigente campeón mundial de rallyes Sébastien Ogier considera que la forma en la que se maneja el Ford Fiesta WRC es bastante buena, algo vital para poder defender su corona en lo que queda de temporada 2017. Aunque se muestra más contento con el coche sobre asfalto que sobre tierra, el francés tiene un buen feeling y esto podría ser trascendente para su toma de decisión de equipo de cara a 2018.
Dado que llegó más tarde de lo ideal al equipo M-Sport, Ogier tardó varias carreras antes de poder acostumbrarse a la perfección al Fiesta WRC (además de una serie de problemas técnicos que tuvo en la primera mitad de la temporada). Su compañero de equipo Ott Tänak ha asegurado que el coche es tan bueno en asfalto como en tierra – de hecho, el estonio ha logrado sus dos primeras victorias en el WRC en los rallyes de Cerdeña y Alemania.
“Siempre he estado muy contento con cómo se comporta el Fiesta sobre asfalto, es muy bueno. Eso sí, en gravilla no ha sido siempre así: en algunos rallyes iba bien, pero en otros no era tan perfecto. Pero en general el feeling no es malo en absoluto y eso me da confianza para continuar, eso es lo que necesito para saber que todo irá bien… ¡y espero estar en lo cierto!”, aseguró Ogier a este medio.
El francés también realizó unas breves declaraciones sobre el Rallye de Turquía, que a pesar de todo lo que ha ocurrido en el país formará parte del calendario en 2018: “En realidad no quiero hablar mucho más de ese tema, la verdad. Solo espero que los organizadores nos garanticen nuestra seguridad porque de otro no sería apropiado correr allí”, se limitó a decir Ogier.