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Sébastien Ogier ha bromeado acerca de lo sucedido en el Power Stage del Rallye de Cerdeña, sexta prueba del Campeonato Mundial de Rallyes. El tricampeón mundial acabó en tercera posición, pero debido a los abandonos de sus rivales más cercanos (Andreas Mikkelsen y Mads Ostberg) su distancia con respecto al perseguidor más cercano vuelve a aumentar, de manera similar a como ocurrió en el Rallye de Portugal tres semanas antes.
Durante el Power Stage, el tramo de Sassari, Ogier se fue largo en una de las horquillas y tuvo que meter marcha atrás. Pese a ello, el ritmo que llevaba en los seis kilómetros de tramo, unido a la rapidez con la que corrigió el error, hizo que lograse batir el tiempo de Kevin Abbring por seis décimas y lograse tres puntos más además de los quince que le otorga su tercera posición final.
“Creo que he conseguido un record aquí y va a ser difícil superarlo, ganar la Power Stage metiendo marcha atrás. Fue una sorpresa ser el más rápido ya que las condiciones eran muy complicadas con las roderas y cuando llegué a la horquilla no podía girar. Por suerte pude meter marcha atrás muy rápido así que no perdí mucho tiempo, unos dos segundos”, comentó Ogier.
“No es el tipo de Power Stage que más me gusta. A menudo digo que me gustan las condiciones limpias donde puedo atacar, pero al menos aquí la tierra era muy blanda y uno siente que no va a hacer daño al coche”, declaró el tricampeón mundial según recoge el medio francés Rallye-Sport.