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Sébastien Ogier tiene como objetivo darle a Volkswagen Motorsport su última victoria en el Campeonato Mundial de Rallyes, siendo el Rallye de Australia la última prueba en la que participe el equipo alemán. Con todo ya decidido, el francés busca además su quinta victoria consecutiva en el WRC.
Ogier ha logrado vencer en Alemania, Córcega, Cataluña y Gales, asegurando su cuarto título mundial de pilotos así como el de marcas para Volkswagen. El francés – cuyo futuro aún no ha quedado claro para la próxima temporada – ha tenido que esperar casi un año para poder vencer sobre un rallye de tierra, afectado en parte por la normativa de posición de salida.
Este mismo factor vuelve a jugar en su contra a priori, ya que se encontrará con una pista más sucia y lenta que el resto de rivales suyos. Ahora bien, si el polvo en suspensión vuelve a estar presente como el año pasado, cada piloto que pase se encontrará con menos visibilidad, algo que no afecta a un Ogier que saldría por delante de todo el pelotón.
"Es una situación extraña para todos en Volkswagen Motorsport. El anuncio de nuestra retirada del Campeonato del Mundo de Rallyes al final del año no fue la forma en que nosotros, como equipo, queríamos celebrar nuestro cuarto título. Ahora vamos a disputar nuestro último rallye juntos en Australia. Cuando miro hacia atrás en los últimos cinco años, no sólo pienso en el éxito del que hemos disfrutado juntos. Estoy agradecido de haber trabajado con gente tan genial en Volkswagen”, declaró Ogier.
“Hemos formado grandes amistades a lo largo de los años. Sólo puedo esperar que vuelva a verlos tantos como sea posible. El último rallye con Volkswagen suena complicado. Sin embargo, estoy seguro de que seré capaz de sacar esto fuera de mi mente durante la carrera. Aunque mi posición inicial no es exactamente prometedora, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurar que tengamos algo que celebrar juntos de nuevo después de nuestra última prueba en Australia”, añadió.