M-Sport tiene todas las papeletas a su favor para sentenciar el título de constructores en el Rallye de Gales, siendo la primera vez que lo consigue un equipo privado en muchos años. La última vez que lo logró M-Sport fue en 2007 con el Ford Focus WRC 07, en la época donde todavía recibía el apoyo oficial de Ford.
Con apenas lograr unos puntos será suficiente para triunfar frente a Hyundai Motorsport (el único que tiene una posibilidad más que remota de evitar la fiesta de M-Sport), Toyota Gazoo Racing y Citroën Racing. Además Sébastien Ogier tiene posibilidades de sellar el título en Gales, siendo su rival más cercano su compañero de equipo Ott Tänak.
“No me es fácil encontrar palabras describir lo que estamos a punto de conseguir. Cuando empezamos el desarrollo del Ford Fiesta WRC 2017 sabía que teníamos las personas correctas y con experiencia para construir un coche ganador, pero ahora que hemos llegado hasta aquí no es fácil encontrar las palabras correctas para describir lo que siento”, declaró Wilson según el medio portugués Autosport.
El Fiesta WRC se ha mostrado capaz de pelear por victorias tanto en asfalto como en tierra (ha logrado cuatro en total, dos de Ogier y dos de Tänak, además de otros ocho podios, dobles en el caso de Suecia y España). En Gales de hecho son la fuerza a batir, teniendo en cuenta que fueron desarrollados en este tipo de superficie y que en los test previos al evento eran capaces de rodar más rápido y de manera más estable que sus rivales en Hyundai.