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Tommi Mäkinen ha sido capaz de darle de nuevo a Jari-Matti Latvala la confianza que perdió durante la última temporada en Volkswagen Motorsport dentro del Campeonato Mundial de Rallyes. En apenas unos meses, Mäkinen ha elevado la motivación de su piloto y compatriota desde que entró en Toyota Gazoo Racing.
Al final de su cuarto año en Volkswagen Latvala estuvo desmoralizado, incapaz de exprimir un Volkswagen Polo R WRC adaptado y evolucionado al estilo de conducción de Sébastien Ogier. El finés incluso intentó copiarle en cada ámbito, pero el resultado fue una falta de confianza, pérdida de su propio estilo y una baja forma que le dio una sexta posición en la clasificación general, mientras que Ogier tomó su cuarta corona consecutiva con calma.
“No estaba cansado, pero estaba deprimido y no tenía apenas energías. Era sobre todo debido a la distribución de peso. Me fallaba mucho el feeling para el eje delantero. Esto me hacía muy difícil conducir al límite en el Polo WRC”, declaró el subcampeón de 2014 y 2015 según apunta el medio germano Rallye Magazin.
“Tommi ya conocía la situación. En 2002 hizo exactamente lo mismo ya que era incapaz de motivarse después de un inicio de temporada catastrófico. Nadie es capaz de imaginar lo importante es que un jefe de equipo sea capaz de entenderte y creer en ti”, añadió Latvala.
“Deberíamos continuar recordando que somos un equipo completamente nuevo y que estamos montando un proyecto nuevo. Fuimos capaces de probar el Yaris WRC sobre nieve antes de Navidad y la semana pasada. A pesar del poco tiempo hemos alcanzado grandes mejoras en el coche y en el equipo entero”, concluyó, poniendo ya su mente en el próximo Rallye de Suecia.