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M-Sport está buscando soluciones a la falta de potencia y de ritmo que adolecen sus Ford Fiesta RS WRC frente a sus rivales en el Campeonato Mundial de Rallyes. El equipo de Malcolm Wilson sufrió de ello durante el Rallye de Argentina, donde la altitud (la menor densidad del aire afecta al rendimiento de los motores) jugó una mala pasada tanto a Mads Ostberg como a Eric Camilli.
La idea del equipo de Malcolm Wilson era actualizar el software de la centralita para que el mapa motor entregase más potencia y más par – tanto para el Fiesta RS WRC como para el R5 Evo de Elfyn Evans. No obstante, los planes no salieron según lo previsto y Ostberg se quedó a cinco minutos del ganador Hayden Paddon, aunque anotando diez puntos más para el equipo.
“Sabemos donde Mads es capaz de hacer cosas y si vemos los tiempos de Ott Tänak (quien marcó scratch en la primera pasada del tramo de El Cóndor) sabemos lo que pasa en el coche. Mads lo está haciendo bien, pero los tiempos no cuadraban. Debemos reconocer este problema y encontrar una solución de cara a Portugal”, declaró Wilson según Rallye Magazin.
El equipo recibió una de cal y otra de arena a lo largo del fin de semana sudamericano, pues Evans, favorito en WRC2, sufrió problemas eléctricos en la primera etapa y varios pinchazos en la segunda para acabar cuarto de la categoría. Por otro lado, Eric Camilli logró acabar en octava posición, cosechando de este modo sus primeros puntos en el WRC tras tres pruebas consecutivas con tres ceros en su casillero.