M-Sport pretende acabar con su racha sin victorias en el Rallye de Argentina, prueba en la que no ha salido triunfador desde 2002, cuando ganaron Carlos Sainz y Luis Moya con el Focus WRC. Para ello, contará con sus tres pilotos más habituales en el Campeonato Mundial de Rallyes, los dos oficiales (Sébastien Ogier y Elfyn Evans) y Teemu Suninen, que recibe a modo de regalo esta oportunidad que no estaba prevista en su programa inicial para esta temporada.
Para Evans será el momento de la revancha después de haber perdido la que hubiera sido su primera victoria hace doce meses – Thierry Neuville le rebasó en el Power Stage por 7 décimas después de haber liderado durante buena parte de la prueba. En este rallye, además, contará de nuevo con Dan Barritt a su diestra después de que lograse con Phil Mills un quinto puesto en Córcega, su mejor resultado en lo que va de temporada 2018.
El reparto de coches que ha realizado la estructura de Malcolm Wilson es bastante interesante: Ogier llevará el mismo chasis (número 7) que usó para su victoria en México mientras que Evans utilizará el que llevó en Córcega (chasis 8). Suninen, por su parte, llevará el número 4, el que utilizó Bryan Bouffier en Córcega. Los tres coches han sido trasladados desde Europa hasta Argentina, así como un Ford Fiesta R5 para Alberto Heller, hermano menor de Pedro Heller, según informa el veterano periodista Martin Holmes para el medio luso AutoSport.
Los otros Ford Fiesta R5, incluyendo el de Nil Solans y Miki Ibáñez, vienen de manera directa desde México. El resto de R5 dentro de la categoría WRC2 serán pilotados por Pedro Heller, Gus Greensmith y Marquito Bulacia. Como piloto no prioritario también estará Deividas Jocius con otra unidad del popular modelo de Cumbria.