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La nueva especificación Evo del Peugeot 208 T16 R5 y el Citroën DS3 R5 ha causado sensaciones diferentes a las esperadas durante el Rallye de Portugal. Después de que los pilotos probaran los cambios de los coches en los test previos al rallye, José Antonio ‘Cohete’ Suárez fue el único que llevó el nuevo paquete homologado, mientras que el resto de pilotos (tanto de Peugeot como de Citroën) regresaron a la especificación anterior.
El paquete, disponible tanto para coche nuevo o para actualizar las unidades existentes por unos 20.000 euros extra, incluye un radiador nuevo, nuevo intercooler, nuevas tuberías del aire, mayor protección contra tierra y agua – el coche cuenta ahora con seis caballos más. También hay cambios en el diferencial trasero, un alternador nuevo y una nueva bomba controlada de manera electrónica para la dirección hidráulica.
La dirección es en concreto lo que genera desconfianza entre los pilotos, argumentando que no es tan precisa como la anterior, asegurando de manera unánime. Según asegura el medio alemán Rallye Magazin, Emil Bergkvist o incluso Quentin Gilbert, quien está siendo promocionado por Citroën Racing, han sido algunos de los detractores, sintiendo la dirección más vulnerable.
El gran problema es que el resto de las mejoras si han sido recibidas de manera positiva, pero al tratarse de un paquete de homologación, si no es con la nueva dirección no pueden ser instaladas. El problema ha sido notado sobre tramos de gravilla como los del Rallye de Portugal, por lo que no se ha especificado si este problema persiste o no sobre superficie asfaltada.
Ahora bien, hay dos mejoras que no se encuentran incluidas en el Joker y por tanto pueden utilizarse. Una de ellas son los amortiguadores y la segunda, más importante, es un software que controla el funcionamiento de la válvula de descarga – a veces la válvula se regula de manera automática y el R5 pierde potencia durante cientos de metros. Este nuevo sistema de regulación de la válvula es similar a uno que también monta el Skoda Fabia R5.