Sébastien Loeb ha estado evaluando el Citroën C3 WRC en una sesión de test sobre tierra que Citroën Racing ha llevado a cabo en Cataluña. Estas sesiones sirven para preparar el RallyRACC, próxima prueba del Campeonato Mundial de Rallyes, así como para desarrollar el coche de cara a la temporada 2018 tras un decepcionante 2017 para el equipo de Yves Matton.
Se trata de la segunda sesión que realiza Loeb con este coche (la primera fue en agosto sobre asfalto) y la primera en la que se monta en este coche sobre tierra. Es además la primera vez que se sube a un WRC en un tramo de tierra desde el Rallye de Argentina de 2013, cuando lo hizo con el DS3 WRC.
“Para mí ha sido una grata sorpresa tener el feeling que he tenido en el coche – pero no tengo referencias de esta nueva generación de coches, así que no se cómo estamos respecto a los otros coches. En las zonas reviradas es fácil de conducir, en las rápidas responde más como lo hace sobre asfalto – es más complicado encontrar el agarre trasero en sitios así”, comentó Loeb según medios como Motorsport.com.
“Pero salvo por eso, está bien. Estamos trabajando para encontrar más agarre en estos momentos. Estamos buscando diferentes soluciones, tenemos que buscar algo mejor. En general no va mal”, añadió. De cara al futuro – se espera que salga en algunos rallyes en 2018 – el alsaciano aún no ha decidido nada.