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Jari-Matti Latvala ha destacado la dificultad que va a suponer en 2017 manejar el desgaste de neumáticos con la llegada de los nuevos World Rally Cars al Campeonato Mundial de Rallyes. El finés ha detallado los problemas a los que se van a enfrentar Michelin y Dmack al medio Autosport.
En primer lugar está el elemento de la mayor potencia que se transmite a las cuatro ruedas, ejerciendo un mayor estrés en los compuestos. Este problema se acentúa sobre todo en tramos de asfalto, donde se van a alcanzar mayores velocidades de paso por curva y, por tanto, las gomas van a sufrir mucho más en tramos largos, siendo el Tour de Córcega un ejercicio extremo de gestión de neumáticos con tramos que superan los cincuenta kilómetros cronometrados.
El otro aspecto es la evolución de la carga aerodinámica, pues la mayor fuerza ejercida por los alerones y cada apéndice en la carrocería pega el coche más al suelo, aumentando el desgaste de los neumáticos. Sumando además que serán más rápidos tanto por gravilla como por asfalto, la dificultad de la gestión va a complicarse en gran medida esta temporada.
“La mayor potencia y aerodinámica va a hacer que el coche esté más pegado al suelo, yo diría que el reto más importante van a ser los neumáticos. Cómo hacer que duren por lo menos lo mismo que el año pasado. Teniendo en cuenta que la aerodinámica va a exigirles más habrá que gestionarlos bien”, declaró Latvala.
“La potencia da más agresividad a los coches, pero hay que hacer que no penalice demasiado a los neumáticos. En cuanto al feeling de los coches va a ser diferente porque son más grandes, tienen diferencial central y más aerodinámica. Puedo decir que en curvas rápidas son más estables, pero en carreteras sinuosas van a ser más difíciles de llevar y tendremos que ser más cuidadosos con el acelerador en las zonas más reviradas”, continuó.