Sébastien Ogier fue confirmado como piloto de Citroën para las temporadas 2019 y 2020 del Campeonato Mundial de Rallyes, regresando a la marca que le llevó hasta la élite a principios de esta misma década – se espera que cuando acabe su contrato se retire. El francés ha señalado algunos de los factores clave para tomar la decisión, entre ellos la falta de implicación a nivel oficial de Ford con el equipo M-Sport.
Ogier ya había asegurado en ocasiones anteriores (de hecho ya lo dijo el año pasado) que la implicación de una marca es vital para mantenerse en liza por el título: Ford respondió entonces con una colaboración a través del departamento de competición, Ford Performance. Hasta ahora, el signo más visible de ello ha sido en el apartado aerodinámico con la parte trasera que llevó Ogier en los rallyes de Finlandia y Alemania. El resto del Ford Fiesta WRC sigue siendo en gran medida el mismo que desarrolló el equipo de Malcolm Wilson por su cuenta desde los últimos meses de 2016 hasta ahora.
Ford Performance tiene sobre todo mucha presencia en circuitos y carreras de resistencia, teniendo un programa oficial en el Mundial de Resistencia con varios pilotos comandando los Ford GT para pelear frente a Porsche, Ferrari, BMW, Corvette y Aston Martin (todos con sus respectivos modelos GTE). También está muy involucrado en la NASCAR y apoya a pilotos como Ken Block, aunque su equipo de rallycross ya no esté en el Mundial de Rallycross desde finales de 2017.
“En ese momento (al negociar de cara a este año), Ford parecía estar motivado y con intención de ayudarnos. Por desgracia estoy algo decepcionado en ese sentido. No he podido reconocer ese apoyo esperado y seguir trabajando en estas condiciones no es viable para mí. Le he dado a Ford un ultimátum: o hay apoyo oficial o puede que escoja una alternativa. No me gusta dejar a Malcolm Wilson o M-Sport porque no es culpa suya. Lo han dado todo, pero Ford no ha puesto de su parte”, declaró Ogier según el diario L’Equipe.
Otro aspecto tenido en cuenta para volver a Citroën es que ya no es Yves Matton el que está al mando del equipo (siendo ahora director de rallyes de la FIA) sino Pierre Budar, un hombre con una filosofía diferente que lleva desde finales de los 80 en la órbita del Grupo PSA (primero como mecánico y piloto, habiendo sido ex ganador del Desafío Peugeot francés). También pesa que realizó test con el Citroën C3 WRC – como ya publicó este medio unos días antes de la firma oficial – y encontró detalles en el rendimiento del coche que le agradaban, muestra de que el coche tiene más desarrollo del que muestran los resultados carrera tras carrera.