La pasada semana el piloto francés Sebastien Ogier conseguía vencer en el Rallye de Monte Carlo a bordo del Fiesta WRC, esta victoria que, a priori, puede parecer una más, es una muestra de la calidad del piloto francés, que atacó en la jornada nocturna del jueves y desde entonces pudo gestionar una ventaja sin que esto implicase ceder el liderato, que desde el primer al último tramo fue del francés.
En total fueron diecisiete tramos los que estuvo Ogier al frente de la general, algo que contrasta con los catorce de toda la temporada pasada, si, de todo 2017, año en el que en esta misma prueba tan solo fue líder al final de cuatro tramos. Estos números recuerdan al Ogier de Volkswagen, que en 2015 hizo pleno y que en 2016 lideró en doce de los dieciséis tramos.
Esos años el piloto francés pudo ser campeón del mundo con bastante holgura, en 2015 lideró la general en 125 ocasiones, lo que le sirvió para llevarse ocho de las trece pruebas, mientras que en 2016 lideró la general en 83 ocasiones y venció en seis ocasiones. Ahora la duda está en saber si Ogier volverá a ser el gran dominador como lo era antes del cambio de normativa y la marcha de Volkswagen o si volveremos a tener una temporada apretada como el año pasado en la que Ogier tuvo que tirar de calculadora para ser campeón.