El Safari Rally de Kenia del pasado fin de semana fue un evento para olvidar en el seno del equipo M-Sport Ford. La formación británica acumuló abandonos y se marchó del continente africano con un frustrante botín de veinticuatro puntos. Craig Breen y Sébastien Loeb otorgaron esa cosecha a los de Cumbria. Tanto el irlandés como el francés no pudieron completar la jornada del viernes, pero sí las dos siguientes.
Ninguno de esos dos días logró concluirlos Adrien Fourmaux. El joven piloto galo se retiró en el primero de ellos tras sufrir una avería mecánica en la especial de 'Loldia'. En el segundo cedió la suspensión trasera de su Puma Rally1 a las irregularidades de la sabana. Su compañero Gus Greensmith terminó la etapa inaugural, aunque muy retrasado al dañar una rueda. El sábado remató la faena al volcar con una profunda rodera.
Fourmaux y Greensmith retornaron a las carpas de la estructura de Malcolm Wilson con la intención de volver el domingo a la carrera. El fundador de la compañía no se opuso al retorno, lo que para que este se produjese deberían ayudar a sus mecánicos con las reparaciones. Ambos aceptaron el trato y, con el material que llevaban en el maletero de sus respectivos coches, consiguieron arreglar los desperfectos en tiempo y forma.