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El vigente campeón de Bélgica de rallyes Kris Princen disputará el Rallye de Alemania a los mandos de un Citroën DS3 WRC según apuntan medios franceses como Les Sports Plus. Se trata de un retorno a una prueba del Campeonato Mundial de Rallyes para Princen después de 18 años de ausencia, regresando además con otra montura del Grupo PSA.
Princen, quien empezó a correr a principios de los noventa, fue ascendiendo a nivel nacional hasta ser campeón belga en 1999, habiendo ya debutado en el WRC por aquel entonces con un Renault Mégane Maxi Kit Car en el Sanremo 1998. A la vez que competía en Bélgica continuó realizando programas parciales en el mundial, siendo sus últimas carreras en Portugal, Costa Brava y Chipre a los mandos del Peugeot 206 WRC de Peugeot Bastos Racing.
Este año ha empezado la defensa de su título nacional de manera casi impecable a los mandos de su Volkswagen Polo GTI R5, con victorias en el Rallye van Haspengouw, el TAC, Rallye Sezoen y el Ypres dentro del apartado nacional, además de ser tercero absoluto tras Craig Breen y Kevin Abbring. Su única ‘mancha’ es el abandono en el Rallye Herock Spa por un problema de suspensión en la montura del equipo BMA –era el mismo coche que acabó incendiándose en el Tour de Córcega a finales de marzo.
Para la ocasión su copiloto será Peter Kaspers, quien ya le acompañó en Haspengouw mientras que en los otros rallyes que ha disputado en 2019 ha estado junto a él otro compatriota suyo, Bram Eelbode. El DS3 WRC que pilotarán es la misma unidad con la que Jourdan Serderidis corrió en 2017 y se hizo con el único título del WRC Trophy, categoría que se desmanteló tras un solo año.
El objetivo de Princen es el de acabar entre los 15 primeros clasificados en la clasificación final del rallye, contando con la previsión de que estará por debajo del ritmo de los pilotos punteros de la categoría WRC2 Pro. El Rallye de Alemania, décima prueba puntuable para el mundial, tendrá lugar entre los días 22 y 25 en agosto.