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Todavía le faltan unos meses para alcanzar la mayoría de edad pero es una de las figuras más observadas del actual WRC. Está llamado a protagonizar el futuro más inmediato del mundial de rallyes, y eso que hasta el momento, 'sólo' suma un poco más de cincuenta carreras a sus espaldas. Cierto es que, el pequeño Kalle todavía goza de un contrato en vigor de tres años con Skoda, para seguir pilotando dentro del WRC2.
Su manager, el prestigioso Timo Jouhki, ha negociado para él, un contrato con la marca checa con una cláusula que le permita salir, sin un gran coste, del WRC2 dirección a la gran cumbre del mundial siempre y cuando una marca así lo requiera. Por el momento, el astro finlandés sigue curtiéndose en la segunda categoría, batiéndose en cada rallye con pilotos con un mayor bagaje que él.
Hasta el momento, sus resultados en la categoría no están siendo nada malos, más si cabe si miramos sus tiempos en Alemania. Sobre asfalto -su asignatura pendiente- Kalle Rovanperä completó un gran ejercicio de madurez, propio de pilotos más experimentados, ya que comenzó el rallye en la zona media debido a algunos problemas, aunque el joven finlandés supo tirar de paciencia y esperó su oportunidad para escalar hacia el segundo cajón del podio.
No es un secreto que desde Toyota ya han tirado flores hacia el pequeño de los Rovanperä, aunque para verle subido en uno de los imponentes Yaris WRC tendremos que esperar todavía. Si todo va bien durante este final de temporada, Kalle será uno de los candidatos al WRC2 en 2019 y luego, si las piezas del puzzle terminan de encajar, podría llegar su oportunidad de pilotar frente a los pilotos de rallyes más habilidosos del planeta.