Este fin de semana Jan Solans y Mauro Barreiro se juegan el título del JWRC, un hito que les colocaría en el panorama mundial de los rallyes de cara a los próximos años. El catalán y el gallego deberán esforzarse al máximo, pero saben que la historia demuestra que la recompensa merece la pena.
En los últimos años la categoría ha demostrado que los ganadores, salvo contadas excepciones, acaban sentados pocos años después en los coches oficiales de la categoría reina. Los mejores ejemplos son Loeb y Ogier, que ganaron el JWRC y poco después dominaron el mundial con puño de hierro.
Dentro del panorama nacional, una victoria de Jan le colocaría en el mismo saco que Sordo, Solá y su hermano Nil. En el caso del piloto de Hyundai, esa victoria le dio la oportunidad de saltar al lado de Loeb y quedarse en el mundial hasta el día de hoy. Sin duda el ejemplo del dos veces ganador de rallyes del mundial estará presente en el Rallye Team Spain este fin de semana.
Es cierto que este impulso se ha perdido en los últimos años, ya que los recientes ganadores de la categoría no encontraron un asiento oficial en una categoría en la que cada vez es más difícil entrar. El último campeón que consiguió ser oficial fue Evans, que aun compite para el equipo de Malcolm Wilson con el Fiesta WRC.
Si la pareja española logra el título este fin de semana, que no será nada fácil, recibirán una unidad del nuevo Ford Fiesta R5 producido por M-Sport. Este premio les dará el impulso hacia el WRC 2 de 2020, donde será crucial destacar para que los equipos oficiales se fijen en ellos.
Ahora deben centrarse en ser rápidos y ganar, los premios ya vendrán después. Saben, y lo sabemos todos, que tienen la capacidad para volver a España con el trofeo bajo el brazo. Desde aquí les mandaremos todas las fuerzas y estaremos atentos para ver si el Rallye Team Spain completa con otro título un año inolvidable.