Jan Solans, de debutante a campeón del mundo en 4 años meteóricos
Un breve repaso a la carrera deportiva del nuevo campeón del JWRC
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Pocos pilotos han tenido un ascenso tan espectacular en su carrera deportiva como hemos visto en el caso de Jan Solans, quien con Mauro Barreiro lograba ser campeón del mundo junior el pasado 6 de octubre en el Rallye de Gales. No en vano, unos años atrás ni siquiera había empezado a competir en rallyes, viendo a su hermano mayor Nil competir en pruebas dentro y fuera de España.
Era difícil imaginar a principios de 2016 que este chico rubio de Matadepera, con los 18 años recién cumplidos y sin experiencia real en rallyes, iba a ser campeón del mundo antes de cumplir los 22. Su talento y su proyección ya levantaba expectativas cuando llegó al parque de asistencias del Rallye Sierra Morena de ese año, vestido con los colores de Repsol para sentarse en el Mitsubishi Lancer Evolution X Grupo N. Desde el primer momento ya tendría al arteixán Barreiro a su lado.
En aquella temporada tuvo tanto sus buenos momentos como días difíciles pero, a pesar de ser su primera temporada recorriendo los tramos del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, lograba ser campeón tanto en el apartado de Grupo N como en el campeonato Junior. El año 2017 fue el primer año natural con la federación española presidida por Manuel Aviñó y, entre sus primeras iniciativas, estuvo la de la Beca Junior R2 y el Rallye Team Spain, abriendo puertas para que jóvenes pilotos con talento pudieran salir a correr a nivel internacional.
El menor de los Solans se centró en la Beca Junior R2, manteniendo una dura pugna contra Efrén Llarena a lo largo de todo el año, el mismo en el que Nil se mostró como el rival a batir en el JWRC y ante su afición en el RallyRACC se convertía en campeón mundial junior – meses antes también había asegurado ser campeón mundial de WRC3. Jan luchó hasta el final, pero sería Llarena junto con su copiloto Sara Fernández quienes ganaban su pase al Europeo de Rallyes.
Con las miras puestas en salir a correr fuera, Solans continuó compitiendo un año más en la Beca, siendo con total claridad la fuerza a batir junto al equipo Mavisa Sport – además formó parte del elenco inicial de la Peugeot Rally Cup Ibérica. En la Beca no tuvo igual, ganando las seis carreras del calendario y asegurándolo ya en el Princesa de Asturias, donde también ganó dentro de la Peugeot Rally Cup Ibérica.
Pero de hecho su 2018 no acabó con la Beca, pues Jan sabía que era importante acentuar su formación en tierra a la hora de hacerlo bien en competiciones internacionales. Por ello, se puso como meta pelear por el título de Dos Ruedas Motrices y el campeonato Junior en tierra, aprovechando que ya contaba con las victorias logradas a principios de temporada en Lorca y Pozoblanco ya que eran parte del calendario de la Beca. Ya para entonces llevaba tiempo contando con apoyos importantes, como el del RACC o la figura del ex campeón nacional y europeo Antonio Zanini – al final de la temporada logró vencer casi todos los rallyes (dentro de su categoría) en los que había participado, siendo la excepción el Rallye de Portugal. Dentro del MRW Rally Team, lograba tanto el título de 2RM como el junior de tierra, dos más para su palmarés.
A priori, este año estaba destinado a competir en el ERC, peleando por el título europeo al mismo tiempo que lo haría Llarena en una segunda temporada. No obstante, eso habría supuesto que dos pilotos españoles luchasen entre sí, por lo que se decidió otro destino, muy ambicioso también, para el joven de Matadepera. Justo antes del cierre de fechas del Rallye de Suecia Solans y Barreiro ya eran parte del elenco del JWRC, compitiendo con los nuevos Ford Fiesta R2T19.
Los pilotos a los que se tenía que enfrentar asustaban, ya que tenía frente a sí al campeón europeo junior Martins Sesks, al subcampeón Tom Kristensson y a otros que venían de repetir el campeonato y contaban con experiencia previa como es el caso de Dennis Radström o Julius Tannert. Además, el primer rallye era Suecia, siendo para él su primer rallye sobre nieve. Aún así, a base de pilotar con cabeza, manos finas y aprovechando la experiencia de correr en Andorra en campeonatos como las G Series (donde ha corrido junto a su hermano Nil), fue capaz de salir con un tercer puesto. En Córcega tuvo opciones y ritmo de ganar, marcando varios scratch, pero un pinchazo le alejó de las primeras posiciones y se tuvo que contentar con la cuarta posición por detrás de sus rivales principales.
Y entonces, llegó la hora de afrontar Cerdeña. Unas semanas antes de que se disputase la prueba, Solans y Barreiro aparecían junto al equipo ProRacing Competición en el Rallye Terra da Auga con el propósito de entrenarse en tierra con un Fiesta R2T19 de idéntica especificación al del JWRC para llegar rodados en Cerdeña, una apuesta que resultó ser la más acertada.
En la isla italiana, pese a no haber corrido nunca antes este rallye, uno de los más duros para los pilotos y máquinas, tuvo un ritmo superior al de sus rivales pese a algunos problemas de fiabilidad en su coche. Dejándose incluso callos en las manos de la fuerza con la que estaba pilotando, fue marcando scratch tras scratch antes de colocarse primero en la última etapa y llegar a la meta como ganador, en su tercer rallye del WRC. Un día histórico para los españoles, que además coincidió con la victoria absoluta de Dani Sordo y Carlos del Barrio.
Finlandia iba a ser sin duda el evento más difícil del calendario, dado que sus rivales más directos eran nórdicos y contaban con la costumbre de pilotar carreteras de este tipo mientras que Solans nunca había estado en condiciones de este tipo – para remediar esto, unas semanas antes compitió en el Rallye Autoglym, donde fue de menos a más hasta rodar a un nivel similar al de pilotos locales. Ya entonces contaba con un apoyo especial, nada menos que el de Carlos Sainz, quien monitorizaba cada paso del piloto de Matadepera.
En Finlandia, aprovechando las enseñanzas de Sainz, los consejos de su hermano Nil (quien sí que ha competido en Finlandia en años anteriores) y la experiencia del Autoglym, fue capaz de estar en todo momento en la pelea por el podio y el hecho de hacerlo bien en el 1.000 Lagos es una gran señal para el futuro. Solans acabaría el rallye segundo por detrás de Kristensson, siendo ambos los candidatos principales para el gran final en Gales.
Los tramos bretones se mostraron muy peliagudos desde la etapa del viernes, dejando a Kristensson y Solans en un mano a mano directo después del accidente que tuvo Radström, dejándole sin posibilidades reales a ser campeón. Solans lograba adelantar al sueco en los tramos nocturnos del viernes aunque este continuó dando batalla hasta la mitad del sábado, etapa maratón de la prueba. El momento clave vino en el tramo de Sweet Lamb Hafren, donde Kristensson perdió más de tres minutos por un pinchazo y dejaba de poder presionar a la dupla del Rallye Team Spain.
Con la dura (más de lo que cabría esperar) misión de no cometer errores sin presión hasta el final del rallye, Solans y Barreiro tenían que aguantar y aguantaron hasta el tramo final de Brenig. Allí estábamos todos: su hermano Nil, amigos, familiares, el presidente Manuel Aviñó y varios miembros de la RFEdA y el Rallye Team Spain, medios españoles… todos para recibirle, pues un nuevo campeón acababa de detenerse ante nuestros ojos.
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