Hayden Paddon y su estudio de onboards

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La reciente victoria de Hayden Paddon en el Rallye de Argentina muestra aspectos muy interesantes acerca de la preparación de los pilotos del Campeonato Mundial de Rallyes. El uso de la tecnología es vital en todos los términos y sobre todo en cualquier tipo de competición, mucho más en el automovilismo donde la ingeniería juega siempre un factor clave.
 

No obstante, el caso de Paddon muestra además la efectividad de una herramienta muy específica: los vídeos onboard y el estudio extensivo de los mismos. No se trata del simple hecho de estudiarlos – pues todos los pilotos lo hacen en mayor o menor medida – sino de la dedicación a cada detalle para poder pulirlo después en el tramo en cuestión.
 

El medio alemán Rallye Magazin, sin ir más lejos, cuenta lo que hizo el neozelandés justo antes de afrontar el tramo de El Cóndor para el Power Stage: se metió en su Hyundai i20 WRC, tomó su iPad y repasó una vez más el tramo más conocido de todo el itinerario de la prueba. Minutos después estaba en pista arriesgando en cada curva, enfrentándose a nada menos que Sébastien Ogier.
 

Otros pilotos que se han visto en esta situación han sucumbido ante la presión mental, el horrible vicio que resulta tratar de rematar la faena con prisa – esto cambia de manera sutil las costumbres y saca malos hábitos de la nada. En 2015 ocurrió en al menos dos Power Stages diferentes: Andreas Mikkelsen perdió la victoria en el Rallye de Suecia cuando luchaba contra Ogier y Thierry Neuville, mientras que el propio Ogier, en un intento de apresurarse, sobrepasó los límites del Polo R WRC en Cataluña y se estrelló, dándole a Mikkelsen la victoria.
 

En lugar de caer bajo la presión, Paddon comenzó a darlo todo desde la salida cuesta debajo de El Cóndor, pasando entre los fans, las piedras y las caravanas aparcadas como un relámpago. Los cronómetros no estaban rotos: le endosó once segundos tanto a Ogier como a Dani Sordo, asegurándose su primera victoria en el WRC además de los tres puntos del Power Stage, rompiendo la racha que hasta ahora mantenía Ogier.
 

El copiloto de Paddon, el veterano australiano John Kennard, comenta al respecto: “Hayden no ha tenido las mismas oportunidades financieras que otros han tenido, por lo que utiliza los medios que tiene para mejorar. Esto va por el estudio de las grabaciones onboard. Estas cosas a mi no me van, pero Hayden es muy extremo. ¡Y funciona!”, declara Kennard.
 

“Hay un noruego, Ole Martin Lundefaret, que siempre le envía vídeos y comentarios. Hayden se toma su tiempo e intercambia opiniones con él. De momento sólo se han hablado a través de internet y por teléfono, pero en el Rallye de Alemania se van a conocer por primera vez. Quizás tengamos más victorias para entonces”, añadió el copiloto más veterano del WRC en la actualidad (comenzó su actividad a mediados de los años ochenta).
 

Como es lógico pensar, Paddon no es el único que estudia onboards con mucha frecuencia: Kris Meeke también lo hizo para la victoria en Argentina 2015, mientras que Jari-Matti Latvala ha llegado a argumentar que se ha inspirado en los onboards Colin McRae en alguna ocasión. La cuestión está en el método a seguir, en la dedicación y la observación a la hora de separar los hábitos buenos de los malos, las opciones más óptimas de lo que podría llevar a pequeños errores.
 

La perseverancia del neozelandés, unida a la evolución del equipo Hyundai – capaz de construir un coche ganador contra el Polo R WRC – ha comenzado a dar sus frutos, lo cual se podría repetir en más ocasiones a lo largo de la temporada. No sólo Paddon, sino también Neuville y Sordo se han mostrado competitivos en más de una ocasión a lo largo de la temporada con un coche que tiene tres años menos de rodaje que la bestia de Wolfsburg.