Finlandia dice boicot y España puede ser el siguiente damnificado

El director del Rallye de Finlandia, Kai Tarkiainen, se queja amargamente de un supuesto boicot a su prueba por parte de los participantes en el WRC2. ¿Tiene fundamento?

Las cifras de vehículos de la categoría RC2 en la prueba nórdica es alta, nada menos que 30 vehículos, 28 de ellos R5 y dos R4, de los cuales 14 vehículos están dentro del WRC2. ¿Es muy diferente esta situación a la de otros años? En la edición de 2016 hubo un total de 27 vehículos de clase RC2 y 18 de ellos inscritos en el WRC2, mientras que las cifras de 2015 son 32 RC2 y 21 de ellos en WRC2. Es evidente que las cifras, poco a poco, van disminuyendo, al mismo ritmo que lo están haciendo los inscritos de todas las categorías en la prueba, 85 en 2015, 76 en 2016 y 65 inscritos en esta temporada, un total de 20 equipos menos que hace un par de años. El número de equipos inscritos con vehículos RC2 apenas ha disminuido, apenas dos menos que hace un par de temporadas.

La queja viene más por la calidad que por la cantidad, o eso dejan entrever desde Finlandia. Se quejan que de los 10 primeros clasificados en la general del WRC2 tras Polonia, sólo 3 de ellos serán de la partida, cuatro si sumamos la presencia de Camilli que lleva varias pruebas sin puntuar para WRC2. El finlandés T. Suninen, tercer clasificado, también estará presente en Finlandia, pero en esta ocasión a los mandos de un Ford Fiesta WRC de la máxima categoría. Básicamente lo que falta es el equipo Skoda Motorsport casi al completo al que pertenecen Tideman, líder, Mikkelsen 5º y Kopecky 6º.  Con este razonamiento, ¿son justas las quejas?

Dentro de la polémica está la forma de puntuación del WRC2. Hay que repasar qué dicen las normas publicadas por la FIA dentro del World Rallye Championship Sporting Regulations:

Si, según dicen las normas, de aquí a final de temporada todos, con la excepción del artículo 11, deben de participar en las dos pruebas obligatorias restantes, Alemania y Gales, y deben sumar un máximo de siete pruebas, entre los diez primeros empieza a ser complicada cualquier otra participación. Ya hay participantes que sólo sumando esas dos citas están en el número máximo y que verán sus citas restringidas hasta final de año, como es el caso de Tideman, Veiby o Camilli y muchos más al límite. Si los organizadores del Rallye de Finlandia se ven perjudicados por la normativa, lo mismo les ha pasado a pruebas como México, Argentina o Australia, donde la presencia de pilotos dentro del WRC2 casi ha sido testimonial, o lo que le podrá pasar a la cita española, que tendrá que lidiar con el mismo problema que en Finlandia, pero con más dificultad aún, puesto que está justo entre dos de las citas obligatorias, Alemania y Gales.

Finlandia se queja amargamente, pero también lo pueden hacer más organizadores. Llegados a este punto de la temporada hay varias cuestiones que la FIA tendrá que hacerse con respecto al WRC2. ¿Han sido eficaces los cambios introducidos de cara a 2017 para revitalizar la categoría? ¿Es la presencia de un equipo oficial en la sombra lo que está desvirtuando el WRC2? Si la intención es hacer las pruebas obligatorias de carácter rotativo, ¿estarán excluidas del sistema las citas fuera de Europa? La salud de la categoría es buena, casi excelente, pero con nubarrones que tarde o temprano deben de disipar, por ahora el chaparrón se lo llevan Finlandia y España.