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Durante el miércoles 31 de julio se ha conocido la triste noticia del fallecimiento de Jean Luc Thérier, uno de los ‘mosqueteros’ que conformaron el equipo Alpine en los albores del Campeonato Mundial de Rallyes así como piloto de Toyota, Porsche y Renault. Thérier, apodado ‘Le Fox’, ha sucumbido a una enfermedad tras un largo periodo de lucha a los 73 años de edad.
Thérier, quien comenzó su carrera en los rallyes en los sesenta, comenzó a correr con Alpine en 1969, llevando ya los colores de la firma francesa en 1970. Cuando Alpine entró en el WRC inaugural en 1973 Thérier fue uno de los llamados junto con Ove Andersson, Jean-Claude Andruet y Jean-Pierre Nicolas (aunque Andersson pasaría a Toyota en el mismo año). Thérier lograría tres victorias mundialistas ese año (Portugal, Acrópolis y Sanremo) además de coronarse campeón de Francia. De hecho, de haber existido campeonato de pilotos desde el principio (empezó en 1979), Thérier hubiera sido el primer campeón.
Sus apariciones fueron haciéndose menos comunes dentro del WRC, pasando también de Alpine a Toyota en 1976 pero sin grandes frutos, pese a que mostraba grandes dotes cada vez que salía a pista – de hecho, no acabó ninguna prueba mundialista entre 1976 hasta 1980, en casi todos los casos por problemas mecánicos. Su racha acabó ese año con un sensacional triunfo en el Tour de Córcega de 1980 con un Porsche 911 SC, la que acabaría siendo su última victoria al más alto nivel.
Thérier, que también fue campeón francés de tierra en 1979 y 1980 además de volver a ser campeón francés de asfalto en 1982, continuó corriendo en pruebas del WRC hasta 1984, donde una vez más volvió a brillar en Monte-Carlo: tras los imbatibles Audi Quattro A2, Thérier colocó su Renault 5 Turbo en cuarta posición por delante de los Lancia 037 Rally y el resto de monstruos del Grupo B.
Además de competir en rallyes, también tuvo apariciones destacadas en circuitos, compitiendo hasta en cuatro ocasiones en las 24 Horas de Le Mans en 1967, 1968, 1969 y 1977. Por desgracia, su carrera deportiva terminó a principios de 1985 con un fuerte accidente en la tercera etapa del París Dakar mientras pilotaba un Citroën Visa 1.000 Pistas en el que perdió el uso de uno de sus brazos.
No obstante, se le recuerda sobre todo por un carácter desenfadado dentro de su equipo, además de su capacidad de improvisar, participando en un Rallye de Suecia justo después de haberse casado, sin reconocimientos previos y sin siquiera montar neumáticos de clavos. De hecho, era uno de los pilotos que destacaba Walter Röhrl a lo largo de la historia del WRC. Desde la redacción de Revista Scratch mandamos nuestras más sinceras condolencias.
