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Elfyn Evans está convencido de que su ritmo y el del Ford Fiesta R5 Evo hubiera sido suficiente para luchar por la victoria en el Rallye de Portugal dentro de la categoría WRC2 del Campeonato Mundial de Rallyes. El galés vio cortada su racha de resultados en los puntos tras las dos victorias en Montecarlo y Suecia y el cuarto puesto en Argentina.
El piloto de M-Sport comenzó con problemas de falta de potencia la prueba lusa, ya que su turbo no funcionaba de manera correcta – pese a ello lograba colocarse entre los cinco primeros en un evento dominado por los Skoda Fabia R5, tanto las unidades oficiales de Pontus Tidemand y Jan Kopecky como las privadas de Nicolás Fuchs y varios pilotos más. Una vez M-Sport reemplazó el turbo para la segunda etapa, Evans volvió al frente, peleando contra Tidemand y subiendo hasta la tercera posición en la general de WRC2.
Por desgracia, en la primera pasada por Amarante Evans cometió un error cuando iba a la ofensiva y acabó volcando, lo cual derivó en su abandono. El domingo se reenganchó en Rally2, pero terminó la prueba en decimocuarta posición, quedándose con un cero en su casillero que compromete sus opciones en un campeonato en el que sólo puntúan los seis mejores resultados y existe un límite de siete pruebas en la que puede estar nominado a puntuar.
“Ha habido unos cuantos contratiempos este fin de semana – el más grave por culpa mía – así que no es lo que queríamos. No podemos volver atrás en el tiempo, pero sabemos que teníamos ritmo para ganar este rallye. Ahora tenemos que mirar hacia Polonia donde iremos a arreglar las cuentas”, declaró Evans.