España toca el cielo en el automovilismo

Twitter (@TheDDuran)
Instagram (@dduranissimo)

Este domingo 16 de junio permanecerá encuadrado como uno de los más grandes para el automovilismo español, por todo lo ocurrido en dos partes del mundo: la isla de Cerdeña y el circuito de Le Mans – La Sarthe. Dani Sordo y Carlos del Barrio se han impuesto en el Rallye de Cerdeña, donde Jan Solans y Mauro Barreiro han triunfado por primera vez dentro del JWRC y, apenas unos minutos después, Fernando Alonso, junto con sus compañeros Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi, lograban ganar por segundo año consecutivo las 24 Horas de Le Mans además de convertirse por todo lo alto en campeones del mundo de resistencia.

“¿Qué tónica? ¡Nosotros hemos venido a ganar!”

Comenzando por la dupla cántabra de Hyundai Motorsport, no se habían subido a lo más alto del podio desde Alemania 2013, cuando los dos militaban en Citroën Racing. En este rallye llegaban con muchas esperanzas tras el ritmo mostrado en México y Portugal, dos rallyes en los que tuvieron que abandonar cuando estaban peleando por la victoria. En la primera etapa aprovecharon su posición de salida y una mejor gestión de neumáticos (sobre todo al cancelarse uno de los tramos de la tarde) para acabar líderes del rallye.

En la segunda etapa no les quedó otra que aguantar el segundo puesto ya que Ott Tänak había metido su directa particular, un nivel de velocidad que nadie es capaz de igualar a día de hoy en el WRC. El estonio de Toyota Gazoo Racing acabó el día liderando con tan solo cuatro tramos por delante, por lo que todo hacía indicar que se llevaría el triunfo pese a que Sordo y del Barrio lo estaban dando todo.

El Toyota Yaris WRC funcionó a las mil maravillas en los tres primeros tramos del día, pero en el último, el Power Stage, la dirección asistida desapareció y Tänak tuvo que pelear con el coche hasta el final, dejándose dos minutos. Cerdeña entera y España entera enloquecían con un triunfo inesperado, uno que muchos llevaban esperando desde hacía más de un lustro. A pesar de ser su segundo triunfo en el WRC frente a otros que llevan decenas en su historial, Dani no deja de ser de los más queridos por el público en todo el mundo.

La meta principal de Hyundai Motorsport este año es el de asegurar el campeonato de constructores y Sordo es una baza segura para el equipo por su constancia y regularidad, habiendo logrado resultados fuertes para el equipo en los últimos años. Ahora bien, tanto él como del Barrio venían determinados a salir de aquí como ganadores – aunque querían hacerlo en un cara a cara contra Tänak y Martin Jarveoja. Del Barrio llegó a asegurarlo de manera muy clara: “¿Qué tónica? ¡Nosotros hemos venido a ganar!”

“Keep pushing”

Por otro lado, el triunfo de Solans y Barreiro llega en tan solo su tercera aparición en el JWRC dentro del Rallye Team Spain, frente a rivales con más experiencia en los tramos mundialistas. Tras el tercer puesto en Suecia y el cuarto en Córcega, llegaban con muchas esperanzas en los tramos pedregosos de la isla sarda. Empezaron el rallye con scratch en el primer tramo pero la segunda etapa se les hizo muy complicada tanto por el ritmo del sueco Dennis Radström como por el hecho de que se le paró el coche en dos ocasiones debido a problemas con la temperatura del agua de su Ford Fiesta R2T19.

El piloto de Matadepera no bajó los brazos, sino que los apretó contra el volante y fue a por todas en la segunda etapa, marcando scratch tras scratch para dar cuenta primero de Kristensson y después acercarse a Radström, igualando distancias de cara a la recta final de la prueba. Pese a ser su primera vez en Cerdeña, fue capaz de rodar rápido todo el tiempo sin cometer errores importantes, no rindiéndose en ningún momento para dar caza a Radström a falta de dos tramos para el final, manteniendo la primera posición hasta el final y subirse a lo más alto del podio del JWRC en Alguer.

El menor de los hermanos Solans ha demostrado que tiene maneras, talento y cabeza para apuntar alto si continúa realizando proezas de este calibre, siendo ahora líder del JWRC a falta de dos rallyes para el final. El propio Sordo ha reconocido las cualidades del catalán en la rueda de prensa posterior al rallye y esta primera victoria en JWRC, ante el nivel y experiencia de los pilotos a los que se ha enfrentado (varios de ellos vienen de ser pilotos oficiales en el campeonato europeo), es un indicativo de alguien que puede aparecer en el radar de los equipos grandes en el futuro.

Lo que han hecho Solans y Barreiro este fin de semana demuestra que la fórmula del éxito del Rallye Team Spain es válida, que los pasos que se están dando van por el buen camino, que lo que parecía un sueño hace años se está haciendo realidad. Gracias a esta iniciativa de la Real Federación Española de Automovilismo liderada por Manuel Aviñó, otro futuro para nuestro mundo del motor es posible. Tampoco hay que olvidar que la Beca Junior R2 no solo ha lanzado al exterior a ellos, también a Efrén Llarena y Sara Fernández, quienes lideran en estos momentos la categoría ERC 3 Junior en el europeo de rallyes.

Continuando con los grandes éxitos, Alonso (junto con Nakajima y Buemi) han tenido que aguantar unas 24 Horas de Le Mans en las que su Toyota TS050 Hybrid #8 no parecía rendir lo mismo que el coche #7 que pilotaban Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María López. En los primeros compases de la carrera estos eran un segundo por vuelta más rápidos y si Alonso era el que tenía stints más fuertes, Conway era capaz de reaccionar ante el ritmo del ovetense.

El guion de Toyota se estaba siguiendo al pie de la letra hasta que a falta de menos de dos horas del final un problema de frenos unido a un pinchazo cuando López estaba al volante ha supuesto que el #8 pilotado por Nakajima se colocase primero, puesto del que no se bajaría. En esta clase de condiciones, la gran capacidad de Alonso ha dado lugar una segunda victoria en la mítica carrera, además de volver a ser campeón mundial por primera vez desde que lograse su segundo título de Fórmula 1 allá por 2006 con Renault.

No solo en cuatro ruedas se ha alcanzado la gloria este 16 de junio, pues Marc Márquez ha logrado una nueva victoria para Honda en el Gran Premio de Cataluña en el circuito de Montmeló, un nuevo triunfo en su ilustre carrera deportiva – que casi fue doble dado que Alex Rins se quedó a dos segundos del podio con su Suzuki. El hermano menor de Marc, Álex Márquez, también se subió a lo más alto del Circuit de Catalunya en Moto2 para ponerse líder de la categoría mientras que el jerezano Marcos Ramírez hizo lo propio en Moto3. Como dato de interés, pese a que Jerez se considera una meca del motociclismo, es la primera victoria de un piloto oriundo de la ciudad andaluza en ganar una prueba del campeonato del mundo.

Molina, García y Solans, sin premio pese a un esfuerzo colosal

No podemos olvidarnos tampoco de otras tres figuras presentes en Le Mans y Cerdeña que también han demostrado su potencial, pero por diferentes motivos no han podido brillar como merecían. En el caso de la carrera francesa son Miguel Molina y Antonio García mientras que en Cerdeña es el de Nil Solans junto con su copiloto Marc Martí.

El más punzante quizás sea el de García, que en un inicio de carrera espectacular se colocó al frente de la categoría GTE Pro con el Chevrolet Corvette C7R #63. El español no solo logró adelantar a los Porsche y Aston Martin que le precedían, sino que también lograba mantenerles a raya en la siempre complicada categoría, donde peleaban también los BMW M8 GTE y los Ferrari 488 GTE Evo como el de Molina. Estuvieron peleando por la victoria durante más de la mitad de la carrera, pero un accidente en uno de los relevos de Jan Magnussen les alejó de cualquier posibilidad de victoria, acabando novenos en una carrera infructuosa para la marca americana.

Molina no partía con una buena clasificación, al igual que el resto de pilotos Ferrari (tanto en GTE Pro como en GTE Am) pero en carrera demostraron tener ritmo como para estar arriba. El español estaba a los mandos del Ferrari #77 de AF Corse cuando se vio obligado a abandonar en la vuelta 140 mientras que sus compañeros de equipo, los del dorsal #51, se hicieron con la victoria de la categoría.

Volviendo a Cerdeña, Solans y Martí se enfrentaban a un elenco difícil en WRC2, entre los que se encontraban Pierre-Louis Loubet con varios años de experiencia en el WRC y ERC, el piloto de desarrollo de Toyota Gazoo Racing Takamoto Katsuta o el tricampeón europeo Kajetan Kajetanowicz. Tanto la primera como la segunda etapa para ellos estuvo plagada de contratiempos, entre ellos varios pinchazos que le impedían escalar hasta el Top 5. La peor noticia llegó nada más empezar la tercera etapa conuna salida de pista que les dejaba fuera de carrera sin posibilidad de sumar puntos para el campeonato – una muy mala noticia después del 0 de su anterior aparición en el Tour de Córcega.

Desde que Solans fue campeón del JWRC en 2017, el de Matadepera (también con mucho talento al igual que Jan) ha estado realizando un arduo trabajo por evolucionar como piloto, dando flashes de brillantez como en el Rallye de Alemania de 2018. La segunda mitad del año pasado y los pocos tramos que ha podido disputar sin problemas revelan que, en igualdad de condiciones, es un piloto con capacidad de estar en lo más alto incluso frente a algunos de los mejores pilotos del mundo. No en vano, en aquel Alemania se enfrentó cara a cara a los pilotos de Skoda Motorsport, los grandes dominadores de la categoría antes de que se dividiera en WRC2 y WRC2 Pro.

Días malos llegarán para el mundo del motor, pero en ocasiones como esta toca celebrar y desear que los que no han podido brillan como se merecen tengan la ocasión y lo hagan en el futuro. Lo que se ha conseguido hoy es muestra del buen trabajo realizado durante años y, en parte, de que la RFEdA actual tiene potencial para hacer cosas muy grandes.