Eric Camilli quiere aprovechar la oportunidad que tiene en Córcega de demostrar que su sitio está en el WRC. Junto con Petter Solberg fue el encargado de hacer debutar el VW Polo R5 en Cataluña, pero desde entonces no ha tenido oportunidad de volver a subirse a un coche de competición hasta esta prueba.
Para la ocasión Camilli contará con el apoyo del equipo belga BMA, que le brindará el material necesario para poder destacar en la prueba de casa. En la primera toma de contacto ha sido el piloto más rápido en el Shakedown dentro de los WRC2. En un tramo de solo 5,39 kilómetros ha marcado unas diferencias considerables. Segundo se ha clasificado Nikolay Gryazin con un Skoda Fabia R5 a 2 segundos, y tercero otro piloto francés con otro VW, Nicolas Ciamin a 3.1 segundos. El piloto español Nil Soláns ha completado 3 pasadas al Shakedown mejorando en cada una de ellas, marcando finalmente el 9º mejor tiempo a 5,9 segundos. Un tiempo discreto sabiendo las intenciones que trae Nil a esta prueba, que no son otras que luchar por los puestos de podium.
Simplemente son los tiempos del tramo de pruebas, pero el tiempo de Camilli desmuestra que viene a la isla corsa con la clara idea de la victoria. Después de un 2018 sin un programa completo, este año su única participación confirmada en el WRC es en la prueba de casa, así que tendrá la necesidad de lograr un buen resultado, que pueda abrirle las puertas a más eventos. El expiloto de M-Sport de 31 años acompañado por Francois-Xavier Buresi a por su segunda victoria en WRC2.