La mayoría de los equipos y marcas involucradas en el Campeonato Mundial de Rallyes están hablando con la FIA para reducir los costes de las sesiones de test durante la temporada. Una de las posibles claves podría estar en realizar unos test como se hacen durante la pretemporada (o en algunas jornadas de test a mitad de temporada) en Fórmula 1, con todos los equipos presentes en un lugar concreto.
Esta es una de las diferentes propuestas que se están barajando en estos momentos, con el objetivo de evitar la escalada de costes e incluso que sea viable en el futuro aumentar el número de pruebas del calendario. Otra idea es reducir el número de jornadas de test (el cual se aumentó para la llegada de la nueva generación de World Rally Cars), algo en lo que todos los equipos menos Toyota Gazoo Racing parecen estar de acuerdo.
“Para los test sobre gravilla tenemos que recortar el número de jornadas disponible, es un arreglo bastante directo – probablemente uno que no les guste a los pilotos, pero los costes se están volviendo absurdos. Para el asfalto tenemos una oportunidad y hacer algo interesante entre todos los equipos. Para la mayoría de estos rallyes podemos encontrar cuatro tramos de carretera representativos en una zona y compartirlos, rotando entre esos tramos. De esta manera compartimos el coste de cerrar estas carreteras crear algo que pueda interesarle tanto a los promotores como a los fans – probablemente generaríamos tanta difusión de estos test como lo haríamos de otro rallye.”, comentó Rich Millener, gerente de contacto de clientes de M-Sport, según el medio Motorsport.com.
Al mismo tiempo creo que la FIA necesita revisar los test que hacen los equipos de WRC2. A este nivel, los test dependen directamente del presupuesto de un equipo o un piloto y eso pone en peligro la propia categoría. Todo lo que la FIA tiene que hacer es ofrecer una normativa de test escalonada a los equipos de WRC2 como lo hacen para los equipos principales del WRC”, añadió Millener.
Según un cálculo aproximado, la organización de un test para un rallye como el de Finlandia puede llegar a costar unos 125.000 euros para cinco jornadas de pruebas (esto sin incluir los gastos de mantenimiento del coche o de reparación en caso de accidente). Como ejemplo, Toyota ha organizado cinco días de pruebas el diversas zonas germanas de cara al Rallye de Alemania después de haber rodado varios días sobre tierra para Finlandia.