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Hace justamente un año por estas fechas, el Toyota Yaris WRC irrumpía de manera oficial en el mundial de rallyes. Su pretemporada había generado muchas dudas, pues con frecuencia saltaban a la palestra imágenes y noticias no muy esperanzadoras. Un par de accidentes y varios problemas de fiabilidad, especialmente con su unidad de potencia, habían teñido de gris un retorno al mundial, esperado, aunque con el listón no muy alto.
No siendo Monte Carlo el mejor rallye de la temporada para sacar conclusiones de ningún tipo, su actuación en la edición del 2017 no estuvo nada mal. Cierto es que la noticia más sorprendente llegaba apenas unas semanas después, estando también enmarcado con un paisaje invernal: Jari-Matti Latvala daba la campanada y conseguía alcanzar la gloria en el Rallye de Suecia. En su segunda prueba, el Yaris WRC ya olía a 'champagne'.
Este triunfo para Toyota -dieciocho años después de haber logrado su última victoria mundialista en China 1999- suponía un empujón para seguir trabajando en un proyecto creado para ganar. Durante la pasada temporada, los chicos de Tommi Mäkinen fueron poco a poco dando con las teclas adecuadas y haciendo del vehículo de la marca japonesa un arma idónea para asaltar los tramos del mundial de rallyes.
Con varias mejoras técnicas y un plantel de pilotos casi inmejorable, Toyota sale a por todas en esta ya inaugurada temporada 2018. La experiencia de Latvala, la juventud de Lappi y la intesidad que ha puesto Tänak con su llegada, han convertido la alineación del equipo con sede en Finlandia en la más equilibrada del mundial. En su segundo 'Monte', el Yaris ya lidera el mundial de marcas.
Cierto es que por el momento tendrán que conformarse con compartir la cabeza de la tabla con los actuales campeones. Aún así, las expectativas son muy buenas, más si cabe sabiendo que Ott Tänak ha sido el único capaz de seguir, aunque a cierta distancia, el ritmo de Ogier en Monte Carlo. La primera aparición pública del piloto estonio con el renovado Yaris ha causado muy buenas sensaciones.