Los organizadores del Rallye de Gales se han visto obligados a hacer una serie de cambios en la ruta de la edición de 2017, que será la duodécima y penúltima prueba del Campeonato Mundial de Rallyes. Tanto la etapa del viernes como la del sábado han sido modificadas, siendo el segundo cambio que recibe el itinerario en un tiempo de apenas dos meses.
El problema en esta ocasión está en los bosques de Myherin, pues algunos árboles han sido diagnosticados con lo que se conoce como Phytophthora ramorum: un protista que afecta a los robles de la zona: se le conoce como la muerte súbita del roble (puede tardar un año desde la infección hasta la muerte, pero los nuevos brotes también nacerán infectados). Para proteger a la zona afectada se han acortado los primeros 13,61 kilómetros, pasando el tramo de 31,81 kilómetros a 18,18 kilómetros cronometrados en ambas pasadas.
Para compensar, los organizadores han preparado una pasada adicional al tramo de Aberhinant justo antes de la salida del sol para comenzar la segunda etapa del rallye, un tramo que sólo iba a disputarse una vez durante la tarde del sábado. De este modo se garantiza que haya más de 300 kilómetros cronometrados, el mínimo para el itinerario de una prueba mundialista (guardándose además si se cancela algún tramo por el motivo que sea).
El pasado mes de junio ya hubo un cambio en la etapa del domingo, quitando la primera pasada por Gwydyr ya que restaba mucho tiempo de descanso para los equipos y pilotos entre el sábado y el domingo. Además, para este año la ceremonia de salida cambia de lugar y el primer tramo tendrá lugar el jueves por la tarde en el Tir Prince Raceway.