El Rallye de Australia sufre del 'complejo Magny Cours'

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La localización de una prueba de un evento mundial, ya sea en el Mundial de Rallyes o en otras categorías de prestigio (tampoco se salva aquí la Fórmula 1) es importante para su éxito y para atraer a miles de seguidores del campeonato en cuestión. La localización del Rallye de Australia ha recibido críticas año tras año desde que se movió a su ubicación actual, Coffs Harbour.

Coffs Harbour se encuentra a unos 520 kilómetros de Sidney y a más de 1.400 kilómetros de Melbourne, las localidades australianas que mejores conexiones de aeropuertos tienen con el resto del mundo. De hecho, para llegar al aeropuerto de Coffs Harbour algunos viajes en avión ofrecen escalas en Sidney y Adelaida. Situado en el extremo oeste de Nueva Gales del Sur, se encuentra en un lugar más bien retirado al que un grupo muy reducido de personas pueden ir, sobre todo de Europa que es donde están ubicados buena parte de los equipos del WRC.

Esto lleva a que en los tramos se vean pocos espectadores y, lo que es más importante, se vean pocos dentro del parque de asistencias en comparación con otros eventos del calendario como Finlandia, España o Portugal. Es un aspecto que no le interesa en absoluto a WRC Promoter, que busca nuevos y mejores mercados para llevar el campeonato a todas partes del mundo.

Esta situación recuerda a la vivida décadas atrás en la Fórmula 1 con el Gran Premio de Francia, que a partir de 1991 se desplazó desde Paul Ricard a Magny Cours: un circuito novedoso, que ofrecía buenas combinaciones de curvas de todo tipo, zonas reviradas, zonas de alta velocidad…pero situado en mitad de la nada dentro del país galo.

Magny Cours se mantuvo hasta la pasada década, pero tras la edición de 2007 y algunos de los Grandes Premios más insulsos de toda la historia del Gran Circo (carreras enteras sin apenas un solo adelantamiento en pista), Francia cayó del calendario de la Fórmula 1 y no regresó hasta este 2018…con Paul Ricard. Magny Cours se ha seguido utilizando para carreras de todo tipo y sobre todo para test, pero su localización siempre ha supuesto muchos inconvenientes.

Puede argumentarse que en aspectos de seguridad es más fácil para la colocación de espectadores (ya que hay menos espectadores), pero este mismo año se han visto momentos en los que algún espectador se jugaba la vida por estar unos metros más cerca de los coches. Una imagen nada agradable después de lo que se ha vivido en algunos rallyes este año, en particular el shakedown del RallyRACC.

Tommi Mäkinen, en declaraciones al medio Motorsport.com, fue bastante directo: “¿Qué hacemos aquí? No es el sitio correcto. Nos venimos a mitad de la nada y no hay nadie mirando. Tenemos un final de año increíble pero sin ambiente. No lo entiendo. Cuando yo corría hacíamos el Rallye de Australia en Perth y casi cada año era votado como el mejor rallye. Pero este no.”

“Conocí a unos fans que venían desde Brisbane (que está a unos 400 kilómetros al norte de Coffs Harbour), que está a cuatro horas en carretera y dicen que no hay nada de promoción. El campeonato se ha decidido sin que nadie esté viéndolo – quizás por esto deberíamos tener la última prueba en Europa”, añadió Mäkinen.

En otros años la ronda final ha sido el Rallye de Gales, un evento que siempre suele tener momentos dramáticos: un ejemplo claro es el de 1998 con Mäkinen llevándose el título después de que el Toyota Corolla WRC de Carlos Sainz se rompiera a apenas unos metros del final del rallye. Para 2019 está previsto que Australia sea una vez más el final de temporada, siendo la fecha prevista entre el 14 y el 17 de noviembre.

Desde la organización del Rallye de Australia ya han estudiado varias posibilidades, incluida la de buscar carreteras adecuadas para celebrar la prueba más cerca de Sidney. No obstante los resultados hasta ahora han sido infructuosos, incluso haciendo usos de tramos súper especiales – en el itinerario de este año se hacían hasta 4 pasadas al tramo de Destination NSW, dos al final de la primera etapa y dos al final de la segunda.

“He estado cuatro días conduciendo para ver si conseguía la distancia necesaria. De una posible base al oeste de Sidney, y hablamos de situarnos a 30 kilómetros del centro de la ciudad, no hay kilómetros suficientes. No pude ni llegar a los 300 kilómetros de tramos de una posible ruta. Lo intenté hacer funcionar y por ahora no es viable. Podría colar con una súper especial pero ya lo hemos intentado tres veces y las tres no ha podido ser por motivos de medio ambiente”, declaró el encargado del itinerario del rallye Wayne Kenny.

La falta de opciones es un problema importante para Australia, que ya estuvo a punto de perder el rallye en años anteriores debido a cuestiones políticas en Nueva Gales del Sur. Al mismo tiempo, Nueva Zelanda – que también tiene un gran pasado dentro del WRC – lleva varios años buscando la oportunidad de conseguir un hueco en el calendario aprovechando el hecho de que tienen una figura de su tierra en el WRC como es el piloto de Hyundai Motorsport Hayden Paddon. Incluso se ha hablado de alternar fechas, de modo que un año sea en Nueva Zelanda y otro en Australia.