Muchas son las peculiaridades que afectan al Reino Unido y que le diferencian de la mayoría de los países de su entorno, no sólo en cultura o forma de ser, sino en cuestiones tan interesantes como los deportes del motor. Desde hace mucho tiempo las organizaciones de los rallyes en el Reino Unido tenían prohibido por ley cerrar carreteras públicas al tráfico rodado para celebrar sus pruebas. Algo que es de lo más normal en toda Europa, era imposible allí. Pues desde el pasado día 10 de Abril de 2017 para Inglaterra y del día 2 de Febrero de 2018, ya existe la posibilidad, antes sólo era por mandato del Parlamento, de utilizar carreteras públicas para carreras, rallyes y subidas de montaña.
Se trata de un enorme cambio en la concepción, planificación y economía de los organizadores de rallyes en Inglaterra y en Gales, excluida hasta ahora y que afectaba directamente a la ronda británica del WRC. Si durante muchos años los rallyes en Inglaterra eran de carácter secreto se debía, como razón principal, a la imposibilidad de entrenar en las carreteras privadas por las que transcurría la prueba. Los famosos Mickey Mouse de la ancestral primera etapa del Lombard RAC Rallye de los 80 y 90, no eran sino cortas especiales a lo largo de toda Inglaterra en propiedades particulares, que iban desde castillos a circuitos de velocidad, al ser estas las únicas posibilidades de montar tramos antes de llegar a los bosques del norte. Económicamente, al tener que pagar una cantidad realmente alta para el alquiler, los correspondientes seguros y la posterior rehabilitación de los tramos, las organizaciones se veían cada vez más afectadas. No es que no haya que pagar por hacer los tramos en carreteras públicas, sino que las cantidades son más afrontables. De hecho a partir de ahora es probable que en Inglaterra o en Gales, no pasaba lo mismo en las dos Irlandas ni en Escocia, pudiera llegar a haber un campeonato nacional de asfalto, algo impensable hasta el momento.
Con bastante acierto, y con un sentido común a aplicar para muchos de los rallyes que se celebran en todo el mundo, el Secretario de Economía y Transportes de Gales, Ken Skates, ha declarado: “Gales posee un sector del automóvil muy dinámico, que tiene una repercusión de más de 3000 millones de libras y ésta es una oportunidad excelente para inspirar a la gente para que sean parte de la industria de la automoción y de la ingeniería en general en el futuro. Reconocemos también que este tipo de eventos deportivos revitalizan la economía local, especialmente la rural, incrementando el turismo y ofreciendo a la comunidad oportunidades como el voluntariado en las mismas”. Hay que recordar que las propias fuentes de la organización calculan que la asistencia de público a la prueba superó los 100.000 aficionados, la mayor cantidad de público desde que la prueba se organiza íntegramente en Gales.
Para el IMS (International Motor Sports Limited), el organizador del Rallye de Gales, esta noticia ha sido muy bien recibida. No significa que se vaya a cambiar radicalmente la personalidad de la prueba británica, pero como ha reconocido Ben Taylor, Director del Rallye de Gales, “poder celebrar una especial en una carretera pública cerrada al tráfico o simplemente poder unir dos especiales existentes actualmente por una porción de carretera, opciones que ya estamos considerando, es simplemente excitante!!” para nada debería ser una revolución en la prueba mundialista, pero sí que puede suponer un lavado de cara en las próximas ediciones.