Ott Tänak ha visto como las esperanzas de triunfar en el Rallye de Polonia se han esfumado delante suya por segundo año consecutivo. El piloto de M-Sport se ha quedado sin el triunfo en una última jornada que había comenzado liderando por delante de Thierry Neuville.
En el primer tramo fue capaz de marcar un tiempo estratosférico, pero Neuville le arrebató el scratch y el liderato al mismo tiempo con un crono aún más bajo. El estonio se vio obligado a forzar para combatir contra el belga en unas condiciones de suelo embarrado en la que el resto de pilotos preferían conservar, tanto para llegar hasta el final como para conservar neumáticos para el Power Stage.
En el TC-21 Tänak estaba marcando los mejores parciales cuando, de repente, se deslizó la parte de atrás de su Ford Fiesta WRC, perdió el control y chocó de frente contra un árbol. Pudo terminar el tramo, pero el motor estaba muy dañado y se vio obligado a abandonar después de haber estado peleando por la victoria durante todo el fin de semana.
Se trata de la segunda ocasión en la que le ocurre, pues en 2016 se quedó también sin la victoria en el último momento: hace doce meses el estonio sorprendió a todos con el Fiesta RS WRC del equipo Dmack, logrando una gran ventaja frente a los todopoderosos Volkswagen Polo R WRC – sólo Andreas Mikkelsen era capaz de presionarle. Por desgracia, a falta de pocos tramos para el final Tänak sufrió un pinchazo y perdió más de medio minuto: lo que hubiera sido su primera victoria mundialista – y la primera en varios años para M-Sport – se convirtió en un agridulce segundo, siendo animado por todos los pilotos del certamen.
No cabe duda de que Tänak tiene talento y futuro dentro del WRC, por lo que en otra ocasión cabe la posibilidad de que logre vencer en Polonia. Venía de conseguir su primera victoria en Cerdeña y, con un coche tan competitivo como es el Fiesta WRC, también puede anotarse más éxitos en lo que queda de temporada.