El actual Campeón del Mundo está descolocado, en una temporada con un mejor coche, con más victorias, con más tramos ganados e incluso con mejor cosecha de puntos en las Power Stage, sólo es segundo en la clasificación a estas alturas. Tras las primeras 6 pruebas de las 13 de las que consta la temporada, se ve en una posición absolutamente desconocida para él, superado en prácticamente todo por un rival. La gran duda de aquí a final de temporada es saber si Ogier sabrá o podrá remontar.
En la otra parte el eterno aspirante, el belga Neuville, que con ligeras mejoras con respecto al año pasado va liderando el WRC. No está siendo un año especialmente arrollador del de Hyundai, pero sí que está siendo más consistente. Lo más importante es que ha cambiado la forma de afrontar el calendario, parece que ha comprendido que no hay que ganar todo, que el título no se gana en cada prueba, sino en el conjunto. Un horroroso comienzo de temporada en 2017, con sus salidas en Montecarlo y Suecia, ya le apartó virtualmente de la lucha por el campeonato, cosa que parece que ha asimilado en esta temporada.
Neuville no mejora extraordinariamente sus números de 2017 a esta altura, mismas victorias, menos tramos ganados, cinco puntos más obtenidos en las PS y, en conjunto, sólo 13 puntos de diferencia con respecto al año pasado. ¿Qué han hecho ambos para llegar con las tornas cambiadas al ecuador del Campeonato?
La gran virtud de Neuville en lo que llevamos de año es que la menor puntuación obtenida en una cita de esta campaña han sido los 11 puntos de México, mientras que en Suecia 2017 sólo pudo sumar 3 puntos, los obtenidos en la PS. Si sumamos esos 8 puntos de diferencia a los 5 puntos más que ha sumado en las PS de esta temporada, tendríamos exactamente los 13 de más que lleva en 2018. Detalles.
En el lado de Ogier, todo lo contrario. La pérdida de puntos entre una temporada y otra es de 28 a esta altura de competición. Esto es difícil de explicar cuando tras la cita lusa el francés ha conseguido una victoria más que en la temporada anterior, 3 puntos más en las PS e incluso ha ganado un tramo más. ¿Cuál es el auténtico problema? Su fiasco anual ha llegado esta temporada más pronto de lo habitual, lo normal es que llegara en la segunda parte de la temporada cuando ya solía tener ventaja suficiente para ni siquiera perder el liderato, y ahora le tocará remontar. Pero es que esta temporada lleva ya dos. En Portugal no sumó ni un solo punto, ni por clasificación ni en la PS, llegando incluso a retirar el coche ya que no sumaba ni siquiera para Marcas, y en Suecia una décima posición final y los cuatro puntos sumados en la PS de la discordia, en la que en Msport interpretaron el reglamento a su manera, hacen de la prueba blanca el segundo fiasco. Hay que recordar que tras el Rally de Portugal 2017 la peor puntuación que había sumado el francés eran los 14 puntos de Argentina. Su tendencia en 2018 es o gana o suma muy pocos puntos, mal negocio en un campeonato de regularidad.
Si sumamos los detalles en los que Neuville ha mejorado y la irregularidad que ha exhibido Ogier en el inicio de campaña, no es de extrañar que la diferencia entre ambos sea actualmente de 19 puntos. Un tercer factor que ahora mismo está teniendo su peso específico y que puede tenerlo al final es el de las polémicas con los puntos de las PS de Suecia y de México. En la prueba europea sacó petróleo de una situación de la que todo indicaba que se iría de vacío. Por el contrario la FIA le retiró otros cuatro puntos por el incidente de la chicane en la PS, lo comido por lo servido, pero en Msport apelaron esa decisión y ha sido en Portugal cuando se ha conocido el veredicto de la misma, ratificándose en la pérdida de los puntos por sacar provecho de haber movido una chicane artificial del recorrido. Su peso en oro pueden tener esos puntos a final de año.
Roles cambiados en 2018, ahora el irregular es Ogier y el constante es Neuville, ¿será éste el año en que termine la dictadura del francés? ¿Habrá algún otro contendiente de aquí a final de temporada que se mezcle en la lucha? Lo que está claro es que estamos ante uno de los Mundiales más apasionantes de los últimos años, y hay que disfrutarlo. Próxima parada, Cerdeña.